
Cultura
Raúl «Tintabrava» Castro: «La revolución se hace cantando»
Cuando a Raúl Castro le preguntás de qué se trata «Misa Murguera», el último espectáculo de la Falta y resto que será presentado en Córdoba el próximo 21 de julio, «Tintabrava» responde que es «una fiesta color y energía, de risas e ironías, críticas políticas y costumbristas, canto coral e individual, acción y palabras. Un rezo para que baje el Dios Momo, responsable de transformar la realidad en Alegría. Un volcàn de emociones en erupción». Al menos eso es lo que nos contestó a nosotros cuando intercambiamos mensajes para conversar sobre el regreso de la murga al Pabellón Argentina.
-En «Misa murguera», Falta y resto incorpora seis voces femeninas. Si bien no comprende el momento histórico en que esas voces se suman al cuerpo de la murga, me gustaría preguntarte cómo llegan a esa decisión.
-La Murga debe ser un reflejo de la realidad, porque eso es lo que valida su discurso. Nos dimos cuenta, tal vez demasiado tarde, que la integración debía ser paritaria para hablar en nombre del pueblo. Y más vale tarde que nunca.
-¿A qué respondía la ausencia de mujeres?
-La Murga tiene un pasado y un presente terriblemente machista. Son acciones como la inclusión paritaria las que romperán definitivamente con esta patética tradición de discriminación misógina.
-La voz de la murga representa siempre esa voz popular que crece desde los márgenes, ¿crees que en esos sectores, la voz de la mujer no era algo que venía pidiendo ser escuchada desde hace tiempo?
-Claro que sí. Pero sólo al hacer el cambio uno se empieza a dar cuenta hasta qué punto las mujeres han sido y son excluidas de la escena, a pesar de ser fundamentales en todas las etapas de producción del espectáculo.
-Venimos de un tiempo en que muchas de las banderas populares que incluso siempre se levantaron desde los tablados parecieron estar, de repente, en la agenda de los gobiernos del continente. ¿Cómo viviste eso personalmente y como artista?
-Es todo parte de una misma lucha por justicia y verdad en las relaciones humanas. Porque el ser humano aún no ha encontrado la forma ideal de organizarse, para que se termine de una vez el sufrimiento de tanta gente excluida, discriminada y explotada en el planeta. Sigue haciendo falta una gran revolución. Una revolución feminista, anticapitalista y humanista. Y esa revolución se hace cantando.
-¿Y qué te pasa cuando ves el presente?
-Siento un viento de esperanza que brota de abajo, de los más castigados, de las más perseguidas. Ese viento me impulsa cada vez más fuerte.
-¿Te puedo preguntar cómo ves la realidad uruguaya por estas horas?
-Sí. La derecha quiere recuperar el poder político, porque el económico lo sigue teniendo. Espero que no lo logre, y que los pobres no cometan el error de volver a votar a los ricos. Lo que pasa, es nuestro repertorio. La Murga es una comedia musical política que abreva de la realidad.
-A comienzos de este año se armó un revuelo importante en el universo murguero por la eliminación de la Falta y Resto del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval. ¿Cómo ven eso a la distancia?
El concurso y sus fallos no existen. Son una infantil fiesta de fin de año escolar donde cuatro o cinco burócratas obedecen al poder de turno. Y al poder de turno en el carnaval le duele siempre la Falta porque lo desnuda y lo cuestiona. Perder en el concurso es el mayor de los galardones para La Falta.
-Vienen a Córdoba donde siempre tienen un recibimiento muy caluroso y fraterno. ¿Qué representa el público argentino para ustedes?
-Córdoba para Falta y Resto es nuestro refugio de amor en medio del continente. A cada paso sólo recibimos ternura y reconocimiento. Esperemos estar a la altura de tanto cariño y cantar juntes hasta que amanezca.
*La foto de portada es de Valeria Servidio
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