
Política
Duhalde: «De la crisis se sale con una coalición»
En medio de la discusión nacional que por estas horas divide a fuerzas y dirigentes en medio de armados estratégicos, el ex Presidente de la Nación vuelve a poner el eje sobre las posibilidades de diálogo. Asentado en su experiencia junto a Raúl Alfonsín luego de la crisis del 2001, Duhalde llama a pensar en el desarrollo productivo. No cree que deba haber limitantes a la hora de pensar alianzas y aunque reconoce sus diferencias con Cristina dice que se deben quedar en el pasado. «La política es para adelante» afirma.
-¿Cómo analiza el armado de Alternativa Federal?
-Es necesario empezar a organizarse, la verdad es que ya es tiempo de empezar a hacerlo. No hablo sólo del justicialismo sino de todos los partidos en general. Ahora hay que empezar a analizar cómo hacemos para dar el paso siguiente porque de esto no se sale si no es con una gran coalición. Hay que salir de los gobiernos de partidos. Gane Cristina, gane Lavagna o gana quien gane, si piensa que se puede gobernar con un partido es porque tiene una idea totalmente atrasada.
-¿Cómo imagina esa gran coalición?
-No sé cómo será pero hay que intentarlo porque en esto va el futuro de la Argentina. En los últimos 37 años de gobierno, hubo sólo dos grandes coaliciones y todos los gobiernos fueron gobiernos de partido. No puede ser que no se den cuenta de que no se puede gobernar así. A mí me tocó gobernar la Provincia de Buenos Aires con el apoyo de mi partido y yo lo llamé a Alfonsín y le propuse que gobernásemos juntos. Yo administraba y ellos controlaban absolutamente todo. Es más, cuando fui convocado para hacerme cargo de la presidencia en el 2002, yo decidí que iba a poner cuatro ministros de los siete con los que asumí y le ofrecí a Don Raúl que ponga los otros tres. Además, acordamos una serie de puntos que tenían que lograr los acuerdos en el Congreso en que participarán peronistas y radicales sin distinciones de banderías políticas. Eso es una coalición, el caso ejemplar es Alemania que es gobernada por grandes coaliciones desde el año 49 que tiene sus consecuentes mayorías parlamentarias.
-¿Cristina es la gran discusión hoy para lograr esos acuerdos?
-No, la gran discusión es la incapacidad que la clase política tiene para gobernar.
-¿Pero no aparece Cristina como una limitante que impide unir a facciones que se presentan como irreconciliables?
-Bueno, así empiezan los problemas que terminan como hemos terminado siempre. Mi opinión sobre Cristina Kirchner la conocen todos porque no solo la he dicho sino que la he dejado por escrito. Desde hace tiempo yo venía exigiendo que den explicaciones por formar parte de un gobierno de ladrones. Nunca la dieron, yo no condeno pero al menos entendía que debían explicar. Eso ya pasó y la política se hace para adelante. Yo nunca estaría en un lugar en el que esté Cristina pero eso no significa que no se pueda hablar con ella que tiene todo el derecho a participar como lo desee mientras la justicia se lo permita. Pero acá no estamos discutiendo un tema que tiene que ver con las personas sino que tenemos que ver cómo hacemos para que el país salga.
-¿Hoy el peronismo no es una gran coalición?
-No, el peronismo hoy es un hormiguero pateado. Los dos grandes partidos de la Argentina están en situaciones similares, el gobierno no acierta y la izquierda está cada vez más a la izquierda, como siempre. Esta es una situación que vivimos en otros tiempos. La vivimos en el 2001 y pudimos salir porque fuimos junto Alfonsín y yo y porque, además, había una manera distinta de gobernar. Yo les prohibí a todos mis ministros hablar del pasado. No se puede gobernar mirando para atrás, la gente nos elige para ver cómo se sale. En la gobernanza moderna, el 10% es pasado, 40% presente y 50% futuro. No se puede seguir con los ojos en la nuca hablando de Colón, la Generación del ochenta y de Perón. Los más jóvenes piensan que Perón estuvo discutiendo cosas con Sarmiento. No les interesa eso y nosotros no los dejamos participar porque estamos anclados en otro tiempo. Para participar, hoy necesitamos afiliaciones digitales como sucede en Europa donde Italia tiene un Presidente que llegó al gobierno mediante un partido digital. Acá seguimos con los papeles, con afiliaciones truchas y con partidos que no son partidos porque no cumplen con los requisitos mínimos para poder participar.
-¿Hay algún límite a la hora de plantear la coalición?
-No, porque ese es el error. Los dirigentes no están para separar nada porque la que elige es la gente y la dirigencia apenas representa el 1,5% de eso. Somos una ínfima parte de la población argentina. Yo me pregunto siempre qué es lo que pasa con el justicialismo de la gente, el radicalismo de la gente, el conservadurismo de la gente, son personas que no están siendo interpretadas por los dirigentes. Por eso las dirigencias están en su índice de aprobación más bajo en toda la historia. Hoy hablas de política y es un tema non sancto, lo mismo pasa con los gremios, con los empresarios y con todo. En esta situación de mega crisis, si empezamos a “decir este va y este no va”, no salimos más. ¿Qué gano yo hablando mal de Cristina o hablando mal del Presidente? Absolutamente nada, es una opinión más en 3 mil millones. La dirigencia debe entender que es momento de sentarse y hablar. Nosotros con Alfonsín nos sentamos en el 2001 a crear el Movimiento Productivo y nos pusimos a trabajar.
-Más allá de que usted diga que tiene una opinión más, la suya es la opinión de un Presidente que tuvo que ponerse al hombro al país luego de la crisis del 2001. ¿Ve alguna similitud de este tiempo con aquel?
-Sí, claro. La diferencia es que estábamos en default y no había monedas. Teníamos 18 cuasimonedas, no había un peso y nadie nos prestaba nada. Pero estábamos juntos y fuimos saliendo de a poco. Hoy se puede hacer lo mismo. En las crisis la sociedad tiene las energías muy disipadas, si esas energías uno la quiere utilizar para resolver 20 temas a la vez posiblemente no resuelva ninguno. Hay que enfocarse, yo me aboqué a una gesta productiva y recorrí todo el país pidiéndole a todo el gabinete y a cada uno de los intendentes y los gobernadores que me acompañaran en esa tarea. Eso es lo que hay que hacer ahora y dejarse de embromar con inventos nuevos. Yo soy vasco y a nosotros nos gustan las cosas claras, no hay que empezar a buscar razones en la economía o en la inteligencia y esas explicaciones que no sirven. Son macanas, acá hay que arremangarse y ponerse a laburar.

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