Política
Agustín Rossi: «Hay que construir la Argentina post Macri»
Pese a que el calendario electoral parece dibujar un puente, la actividad política institucional y las discusiones de cada una de las fuerzas políticas de cara al armado al 2019 están a la orden del día a poco más de un año de las elecciones internas que conformarán el mapa definitivo para las presidenciales 2019. Agustín Rossi lo sabe, tiene el cuero curtido y la vocación de seguir adelante a la espera de una nueva oportunidad que se dibuja no tan alejada en el horizonte. El titular de la bancada del Frente para la Victoria – PJ en la Cámara de Diputados de la Nación llega a Córdoba para volver a encontrarse con los vecinos y los dirigentes de la ciudad y la provincia luego de un largo rato sin pisar tierras mediterráneas. “Tengo muchas ganas de ir a Córdoba porque en el 2017 estuve muy metido en la campaña santafesina y eso me impidió volver más seguido” dijo en este diálogo exclusivo con Mano a Mano Córdoba.
-¿Cómo ves el presente de la Argentina y cuáles son los desafíos que tiene la oposición esa realidad?
-Yo creo que los argentinos tienen muy pocas expectativas en el proceso que encabeza el Presidente Macri. Me parece que con la reforma previsional del año pasado se extendió en la opinión general de los ciudadanos de todo el país la sensación de que Macri no nos va a llevar a un lugar demasiado mejor a este en el que estamos. Entonces el desafío de la oposición es generar un nuevo sueño, un nuevo proyecto que devuelva la expectativa en un futuro mejor para el futuro de los argentinos. No sólo hay que resistir y oponerse a las políticas del macrismo que perjudican al pueblo sino que tenemos que sentarnos a pensar de qué manera construimos la Argentina post Macri.
-¿Por qué no hay expectativa?
-Porque la gente se da cuenta de que hay un gobierno que gobierna para un sector determinado de la sociedad que es la clase alta. Es un gobierno para unos pocos que se enoja fácilmente con el resto de los sectores. El macrismo se enoja con los industriales, con los docentes, con los universitarios, con los científicos, con los investigadores, con los trabajadores, con los jubilados y con las economías regionales. Por eso yo creo que hay que dejar de lado esa actitud de confrontación y para eso tenemos que construir un proyecto para que el gobierno que reemplace a Macri sea un gobierno de unidad nacional.
-¿Por qué decís que el gobierno “se enoja”? ¿Es el enojo una postura de expresión política de este proyecto?
-Se enoja porque estos sectores se dan cuenta de que hay un proyecto que no los contempla y actuan en consecuencia. Entonces la queja de esos sectores enoja al gobierno que reacciona con demasiada irascibilidad contra aquellos que son críticos con esas políticas.
-Hablaste de un gobierno de unidad nacional. Hemos visto varias fotos y sabido de varias reuniones en los últimos tiempos. ¿Cómo crees que esa unidad se construye y qué cosas se pueden ir observando en estos acercamientos entre sectores otrora distanciados?
-Yo creo que estamos ante una oportunidad histórica. Hay que decir las cosas como son: el universo contra Macri es mucho más amplio que el universo macrista y un universo mucho más amplio del que puede adjudicarse cualquier fuerza de modo particular. Entonces me parece que debemos hacer un esfuerzo para construir un proceso que pueda englobar este 60% o 65% que están contra Macri. Al menos mi esfuerzo está puesto ahí, yo sé que no es soplar y hacer botellas pero hay que hacer el intento.
-¿Es difícil ser kirchnerista a la hora de convocar a esa unidad?
-No. La verdad es que si todos estamos con el mismo espíritu es imposible desconocer que el kirchnerismo es la fuerza más grande de todo el universo opositor por lo que mal se podría pensar en un proyecto de unidad opositora sin él. Como decía Néstor Kirchner, nosotros transitamos esta etapa sabiendo que somos poseedores de nuestra verdad relativa, con la humildad y con la fortaleza de nuestras convicciones. Nosotros trabajamos sin prejuicios y esperamos que el resto de los sectores desanden su camino de la misma manera.
-¿Es posible pensar un reencuentro con dirigentes como De la Sota o Schiaretti que tienen y han tenido una posición tan tajante con respecto al kirchnerismo?
-Hay de despersonalizar este debate. Si lo hacemos, va a ser muy difícil que lleguemos a la unidad que estamos buscando. Acá hay que entender los momentos históricos porque nunca son iguales ni se repiten de la misma manera. Hay que construir un escenario unitario, sin ninguna duda, porque ese es el pedido de la gran parte de la sociedad que necesita una alternativa para hacer frente al Presidente Macri. Si yo personalizo ese debate, vamos a empezar a decir que este me gusta más o que este dijo tal cosa y la verdad es que eso no suma para nada.
-Has vuelto al Congreso después un tiempo. ¿Cómo lo encontraste? Durante estos últimos años se habla de un Congreso más abierto al diálogo y con más debate. ¿Es así?
-La verdad es que yo no siento que haya más diálogo. El gobierno intenta imponer sus posturas y sus proyectos y para eso se maneja de una forma bastante autoritaria. Si hubiese más diálogo no hubiesen aprobado la reforma previsional de modo en que lo hicieron. El diálogo para ellos es apretar a los gobernadores para que los gobernadores aprieten a los diputados para que voten las iniciativas que ellos impulsan. Nosotros tenemos una responsabilidad en el Congreso que consiste en poder darle a los argentinos que están en contra de Macri la posibilidad de estar representados en el órgano legislativo con una voz que los defienda.
-Es, por cierto, un Congreso al que muchas veces le cabe el mote de “escandaloso”. El último episodio fue “el papelito de Caputo”.
-Bueno, pasa que ahí el Ministro estaba acorralado y no podía seguir dando respuestas. Sobre todo por su participación en una empresa off shore que no fue declarada, le cuesta mucho responder sobre eso. En noviembre del año pasado Caputo salió a decir que era un gerenciador, ahora dice que es un testaferro pero cuando se le pregunta “de quién” no puede contestar porque claramente Caputo es testaferro de él mismo. Es dueño de la empresa Noctua y omitió en su declaración jurada que presentó cuando asumió como Ministro y eso es una omisión maliciosa, es un delito. En el medio de todo esto, cuando empezó a sentir que se quedaba sin respuestas en la interpelación comete un acto que por lo menos es impropio de un Ministro que está dirigiéndose a una diputada y manda el famoso papelito. Ante la queja de la compañera diputada que sólo estaba exigiendo diera disculpas y que explicara por qué le había mandado ese mensaje, el propio Ministro Caputo levantó la sesión. La sesión la levantó Caputo con la complicidad del presidente de la comisión (José Mayans) que le hizo caso cuando en realidad tendría que haberle exigido que se quede a responder.
-Una última. Por más que falte mucho. ¿Es una locura pensar que en una candidatura presidencial?
-Recién dije que no había que personalizar pero no se me escapan a mí las especulaciones periodísticas sobre esa posibilidad. Yo ya intente ser candidato en el 2015 y fui uno de los primeros que se dio el famoso baño de humildad que pidió la Presidenta. De todos modos esperaré que pase el tiempo para ver qué lugar será el que deba ocupar dentro del espacio político que integro que el espacio del Frente para la Victoria – PJ.
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