Política

Carlos Zannini: «La única tormenta se llama Macri»

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El ex Secretario General de la Presidencia, Carlos Zannini, pasó por Córdoba para compartir una conversación abierta con el diputado nacional Pablo Carro en el marco de  las clases abiertas sobre Política y Comunicación que se realizan en el auditorio de Luz y Fuerza. En el Día del Respeto a la Diversidad Cultural, que coincidió con el día numero mil desde la detención de Milagro Sala, Zanini recorrió algunos de los temas más urgentes de la realidad nacional ante una sala colmada. Desafíos económicos, organización política, persecución judicial y empoderamiento social en el presente y el futuro inmediato de la República Argentina.

La detención de Milagro Sala
Hace 15 días estuve en Jujuy con Milagro Sala en Jujuy. Yo le había mandado cartas desde la cárcel y en ese momento a mí se me había ocurrido recomendarle que tratara de aprovechar el tiempo para que eso no la desconcentrara de su espíritu y sus intereses. Recuerdo que le dije que a lo mejor era un buen momento para leer sobre la experiencia boliviana, que está tan llena de experiencias que tienen a los pueblos originarios como protagonistas, que es una visión muy novedosa para este tiempo de Latinoamérica. Cuando llegué a su casa, hace dos semanas, tenía una mesa llena de libros sobre Bolivia y me dijo “¿Sabes lo que pasa Chino? Acá no hay nada que me hable de economía”. En ese momento nos pudimos a conversar un largo rato en torno a cómo en Bolivia muchos de los cambios que se están llevando adelante, se pueden sostener porque esta vez son ellos los que están dando la batalla. Porque expropiaron y se hicieron cargo de sus recursos naturales. Recuerdo un discurso de Evo en Europa en el que él le prometía darles plazos para que devuelvan a Latinoamérica en 200 años, en cómodas cuotas. Yo escuché a Milagro decir que la podían tener presa en su cuerpo pero no en sus ideas. Cuando la vi le llevé una mala noticia porque después de recorrer los barrios que ha construido, las guarderías, los parques, las escuelas, los centros culturales y las piletas, le dije: “A vos no te van a dejar salir nunca. Milagro hizo algo que es intolerable porque en vez de darle de comer a los pobres, los ayudó a organizarse para que pudiesen empoderarse y convencerse de que podían salir de la pobreza con su trabajo y eso es una revolución.

El huracán Mauricio
¿Por qué ninguno de los economistas liberales que han pasado horas y horas en la televisión explicando por qué se iba todo al carajo plantea qué sería de la Argentina si no se hubiesen fugado los capitales que se fugaron en todo este tiempo? Si esa plata estuviese en bancos argentinos, si sirviera para prestar plata a los argentinos, la historia sería claramente otra. Esta gente consiguió mucha más plata de la que alguna vez vayamos a ver junta para seguir fugando al exterior. Viven buscando bolsos en el sur, y llevan grúas y cámaras. ¿Por qué no ponemos esas grúas a buscar esos 200 mil millones de dólares que esta gente recibió durante tres años y que no están en ningún lado? En su último informe, el Banco Mundial dice que los países emergentes tienen que entender que no pueden hacer crecer su desarrollo y crecimiento sobre la inversión extranjera directa. Fue precisamente el Banco Mundial el que les enseñó a todos estos maestros de la economía que debían basar toda su estrategia en eso, pero ahora le dice que no, que hay que basar el crecimiento en la actividad interna. Bueno, a eso nosotros lo sabemos desde hace un montón de años, a eso lo aplicamos con Néstor apenas asumió la presidencia desde el 2003 y con eso llevamos adelante la recuperación en base a la activación de las potencialidades argentinas. Le pusimos trabas a la huida de capitales que, sin embargo, siguió porque hay una parte importante de la argentina que entiende y trabaja para llevarse todo afuera. Todo el gabinete de Mauricio Macri tiene la plata afuera del país y así generan devaluaciones que no afectan a sus fortunas personales. Nosotros somos, ahora, la mitad más pobres que antes y ellos son la mitad más ricos. No nos engañemos, nosotros lo venimos diciendo desde hace un montón, esto se va al carajo por las políticas de Estado que ha aplicado el gobierno. La única tormenta que pasó por acá se llama Macri, el huracán Mauricio.

Carlos Zannini y Pablo Carro. Foto: Gastón Testa

La prisión preventiva
Yo estuve leyendo mucho mientras estaba preso y me costaba cada vez más leer el padre nuestro porque a mí no me entraba en la cabeza la idea de perdonar a los tipos que me estaban haciendo pasar lo que yo estaba pasando. Por suerte me topé con unos textos de Leonardo Boff que me trajeron un nuevo aprendizaje. Yo puedo esperar que se arrepientan de lo que hicieron pero lo más importante es que yo no sea como ellos, que no quiera las mismas cosas ni actúe de la misma forma. Yo eso lo tenía resuelto porque al cumplir una prisión preventiva, que significa un castigo anticipado, ya pensaba que los que tenían que estar presos eran Caputo, Iguacel, Macri…pero ninguno con prisión preventiva. Tienen que ir presos todos después de que un tribunal los juzgue y que jueces argentinos los condenen y, ahí sí, que vayan a la cárcel a cumplir su condena. No podemos hacer lo que hacen ellos con los compañeros a los que primero los someten al escarnio público, después le hacen la campaña en contra y luego los condenan anticipadamente mediante una prisión preventiva que, en algunos casos, llevan el tiempo que esta gente lleva en el gobierno. Eso no puede pasar más. Nadie más tiene que estar preso con prisión preventiva en la República Argentina.

La estrategia de la sumisión
Históricamente nos han estado formando para que seamos como ellos quieren que seamos. A mí me empezó a quedar mucho más claro cuando empecé a escuchar que decían “les diputades”. Claro, a nosotros en la escuela nos enseñaron desde muy chiquitos que el masculino sustituía a ambos sexos. O sea que estos pícaros que nos formaban nos decían que para hablar bien gramaticalmente había que esconder a la mujer y en ese gesto, lo que en realidad estábamos haciendo, es aportar a su sometimiento. Mira qué capacidad revolucionaria tiene el cambio de una letra. Fijate qué fácil hubiera sido si desde siempre hubiésemos usado el “les”. ¿Qué nos costaba? La sumisión de la mujer. Las cosas son bastante más simples de lo que nos pretenden hacer creer. Scalabrini Ortiz decía que había una política visible, que es la que se ve en la televisión y se lee en los diarios, y otra invisible, que es la que él descubrió cuando estudió profundamente la historia de los ferrocarriles argentinos. Tenemos que leer en lo profundo de la realidad y darnos cuenta de que el endeudamiento de los países no es para ninguna de las cosas para las que nos dicen que es. El endeudamiento es para someterlos. Primero te prestan plata y después te dan órdenes para que hagas lo que ellos quieren que hagas, sobre todo en materia económica.

La conciencia de la dignidad
Estamos viviendo una etapa de una gigantesca construcción de la exclusión en la Argentina a partir de la concentración de la riqueza en unas pocas manos. Eso, inevitablemente, tiene que ser acompañado por una fuerte exclusión política. Esto explica por qué las medidas económicas, por qué los tarifazos, por qué están contentos con la baja del valor internacional de los sueldos que se pagan en nuestro país y por qué persiguen a los que persiguen. El único obstáculo que han tenido siempre estos sectores que siempre han querido aplicar el mismo plan de dominación, es la conciencia de la dignidad que el pueblo argentino expresa gracias a fenómenos políticos como el yrigoyenismo y el peronismo. Esto es así, le guste a quien le guste. Siempre chocan con la misma piedra: el pueblo argentino organizándose, más allá de cualquier alineamiento circunstancial y de cualquier ideología.

El desafío del empoderamiento
Algunos especulaban, en un comienzo, con que se podían parar en determinado lugar para generar un espacio de interlocución desde el Congreso de la Nación. Basaban su estrategia en diálogo institucional y las posibilidades de alternancia. No se dieron cuenta de que la alternancia era válida cuando los que tenían más posibilidades de ganar eran los proyectos populares, ahora ya no les importa. Es más, vienen por los partidos y por los sindicatos. Si no me creen, pregúntenle a los amigos radicales si les queda algo del partido que se alió con el actual partido de gobierno. O que los peronistas cuenten todas las gestiones que diariamente se hacen para que el peronismo se divida. Eso es lo que están queriendo hacer pero están encontrándose con un obstáculo central que es el empoderamiento de la sociedad. Tenemos que dejar de depender de que venga este o que venga aquel, la sociedad debe organizarse y defender sus derechos. Todos tenemos que defender lo nuestro y así podremos generar un fenómeno nuevo en la política argentina, mucho más profundo y mucho más amplio que lo que hemos conocido hasta ahora.

«El endeudamiento sirve para someter a los países. Primero te prestan plata y después te dan órdenes para que hagas lo que ellos quieren, sobre todo en materia económica». Foto: Gastón Testa

«Se robaron todo»
Hay un gran fenómeno de manipulación que se lleva adelante desde los medios de comunicación. Nos meten conceptos y metáforas todo el tiempo y eso nos desvía de los principales focos de atención. Por ejemplo, nosotros estamos preocupados por la subsistencia del gobierno de Macri porque, si no, no nos sentimos democráticos. Y no es así, los que tienen que estar preocupados por la gobernabilidad son ellos. Que gobiernen bien. Si ellos cambian la manera de gobernar, las cosas van a cambiar. Nosotros no nos podemos suicidar por sostener esos discursos. Acá se ha creado una gran protección mediática: acá no se habló de Odebrecht, no se habló de los Panamá Papers, no se habló de los Paradise Papers, nos olvidamos de la historia de Macri y sus empresas, de nada se ha hablado en estos tres años. Con la realidad que se impone esa protección se fue cayendo y lo único que queda de esa maltrecha cobija es el fenómeno antiargumentativo del “se robaron todo”. Cuando una persona dice “se robaron todo”, yo siento los candados que se le cierran en la cabeza para no volver a pensar el tema porque tiene miedo de terminar dándome la razón de alguna manera. Pero, por suerte, en la Argentina existe la memoria. Esto ya pasó y lo sabemos.

Democracia el institucionalidad
Cuando analizan a la oposición, lo hacen desde criterios morales y cuando analizan al gobierno lo hacen desde criterios democráticos. Ahora, lo más loco de todo esto es que, hay que decirlo de una vez, esta gente realizó el mayor apagón institucional de la historia de la República Argentina. Debemos exigir que hagan las cosas bien y que si se quieren quedar en el gobierno lo hagan llevando adelante las políticas que sirvan para mejorar la vida de los ciudadanos del país y no para transformar la Argentina y convertirla en más dependiente, más pobre, más excluída y más aislada. Esta gente no es democrática desde el minuto cero en el que estafó a la sociedad diciéndole que iba a hacer una cosa, la voluntad popular se expresó y les dio el aval para que lo hicieran, y ellos hicieron absolutamente lo contrario. No son democráticos. Somos mucho más democráticos nosotros, que en vez de estar pensando en cualquier otra cosa estamos pensando en organizarnos para ganar una elección.

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