Definidas las listas, Córdoba entra en la recta final de unas elecciones históricas

Córdoba entró en campaña en unas elecciones que se avecinan históricas: por primera vez desde 1999, José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti no figurarán en ninguna lista. Y, después de varios errores no forzados en estos 24 años, la principal oposición llega unida al 25 de junio.

Por un lado, el candidato oficialista e intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora, quiere ser el sucesor del peronismo cordobés. Por otro lado, el líder del Frente Cívico y senador nacional, Luis Juez, intentará por tercera vez destronar a la coalición Hacemos Unidos por Córdoba.

En diálogo con Mano a Mano, el analista político Norman Berra habla de un escenario polarizado, con un tercer escalón sin dueño y lejos de la pelea por la gobernación, y el rol de Schiaretti que amaga a jugar las PASO a nivel nacional.

De entrada, cuenta que los últimos sondeos, previo a la confirmación de las fórmulas, arrojan que Llaryora vence a su oponente por siete puntos, pero aclara que las elecciones “no están cerradas”.

Una particularidad es la imagen positiva del oficialista en Capital, territorio hostil al peronismo hasta el 2019. “La buena gestión le tracciona votos. En el interior también mide bien, pero todavía no es conocido en algunas ciudades y departamentos”, señala Berra.

Otra singularidad del intendente capitalino es la decisión de elegir de compañera a una radical disidente, Myrian Prunotto, dejando afuera a dirigentes de primera línea como Natalia de la Sota, un apellido que causa nostalgia en algunos rincones de la provincia.

Es que Llaryora, además de representar la nueva generación del peronismo, busca armar el partido cordobés, confirmado con la incorporación de Javier Pretto, en su momento presidente del PRO, a la fórmula que disputará sucederlo en la ciudad.

Sumar a una radical en su fórmula, ¿le tracciona votos o es una estrategia para intentar quebrar a la oposición?

Tiendo a pensar esto último. La figura que ha sumado, si bien tiene buena imagen, no es una potencia electoral que arrastre votos. Parece una señal para lograr una coalición más amplia y trabajar este concepto en la nueva etapa de la coalición.

Ahora que se bajó De Loredo y anunció su candidatura a intendente, ¿la figura de Juez pierde puntos en las elecciones provinciales?

La idea de esa fuerza era generar un binomio más potente, ahora con Marcos Carasso pierde lustre la fórmula. Pero hay que tener en cuenta que lo que pierde por un lado, lo gana por el otro: De Loredo es la figura con cierta potencia a la candidatura a la intendencia.

De Loredo coqueteó hasta al límite con su postulación a la vicegobernación. Incluso, por momentos, sonaba fuerte para encabezar la lista. La falta de certezas generó que una pequeña parte de la UCR lo acuse de entregar el partido a Juez. 

Atrás quedó el video en el que se mostraban juntos armando un fernet con coca, que incluye brindis y cuarteto de fondo. “Fórmulas que funcionan para Córdoba”, reza el spot.

“Hubo algunos cierres de listas un poco traumáticos en el caso de Juntos por el Cambio, con una doble candidatura a vicegobernador y primer legislador, que se terminó bajando”, dice Berra en referencia a Carasso, el presidente de la UCR en Córdoba.

 

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¿Y quién se encamina a ser la tercera fuerza?

Había expectativas en los libertarios, pero el desentendimiento de Milei, -que blanqueó que concentrará sus esfuerzos en su candidatura nacional-, le quita fuerza. Me parece que la duda está entre el Frente de Todos y Encuentro Vecinal, porque la izquierda -que hizo buenas elecciones- va de nuevo dividida. El FdT lleva un candidato poco conocido, Federico Alesandri; mientras que Aurelio García Elorrio, que representa una derecha más tradicional y vinculada a temas religiosos, suma resultados relativamente positivos en los últimos comicios.

Por último, Berra sostiene que el resultado impactará en la campaña a intendente de la ciudad de Córdoba (23 de julio), en donde también vaticina un escenario polarizado.

¿Cómo influye que las elecciones sean un día antes del cierre de listas de las PASO?

Hay un intento de Schiaretti de mantenerse visible electoralmente y poder presentar los triunfos en medio de la campaña electoral a la presidencia. La debilidad de Schiaretti es el bajo conocimiento territorial en distritos muy claves como la provincia de Buenos Aires. Eso genera pocas chances de pelear una candidatura competitiva y que quede relegado.