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Día internacional por la igualdad y la no discriminación por orientación sexual

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El 17 de mayo fue instituido por ley provincial 10.544 para contribuir a la construcción de un cambio social y cultural que posibilite dejar atrás prácticas discriminatorias.

El secretario de Derechos Humanos, Calixto Angulo, la rectora de la UPC, Raquel Krawchik, junto a funcionarios y representantes del colectivo LGTIBQ+ izaron este lunes la bandera de la diversidad, en ocasión de la conmemoración del Día provincial por la igualdad y la no discriminación por orientación sexual e identidad de género.

El acto se concretó en el patio de la Universidad Provincial del Córdoba. La fecha fue instituida en 2017 y un año después fue refrendada por la Ley provincial 10.544, para contribuir a la construcción de un cambio social y cultural que posibilite dejar atrás prácticas discriminatorias y permitir el acceso de derechos y la ciudadanía plena de las personas LGBTIQ+.

Ana Laura Torres del colectivo Córdoba diversa agradeció a la Provincia por sus políticas de acompañamiento. Actualmente existe la “Comisión Interministerial de Géneros, Derechos Humanos y Diversidad Sexual”, un espacio de articulación institucional impulsado por la Provincia, para promover el trabajo en conjunto las diferentes áreas, y consolidar una cultura basada en la defensa de los derechos humanos, el respeto y valoración de la diversidad. Allí participan diferentes actores de la sociedad civil y de organizaciones del colectivo.

Recomendaciones del Ministerio de Salud

En adhesión al Día Provincial por la igualdad y la no discriminación por orientación sexual, identidad y expresión de género, el Ministerio de Salud de la provincia de Córdoba compartió información y recordó las principales recomendaciones para ampliar el acceso a la salud de personas lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersex, queers (LGBTIQ+).

Destacaron que el trato adecuado a las diversidades es clave para su acceso a la salud. Así, las principales recomendaciones están relacionadas a la despatologización y al ejercicio de los derechos contemplados en la Ley 26.743 de identidad de género, que en su artículo primero menciona que toda persona tiene derecho:

– Al reconocimiento de su identidad de género.

– Al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género.

-A ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

La ley define a la identidad de género como la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo.

En la actualidad, es necesario avanzar en la atención integral, igualitaria y de calidad, a través de un modelo de atención centrado en una perspectiva de derechos y en las necesidades de cada persona; para ello, es fundamental incorporar el trato respetuoso a las diversidades.

En este sentido,  de acuerdo a la guía elaborada por el Gobierno nacional, entre las principales actitudes que deben incluirse se encuentra el respeto por el nombre elegido por cada persona. Este aspecto debe considerarse tanto para las infancias, adolescencias, juventudes como también en personas adultas y adultas mayoresindependientemente de que hayan realizado o no el cambio registral.

Se aconsejó fundamentalmente preguntar a la persona cuál es su nombre y, de allí en más, utilizarlo. También, si no hay certeza de que el nombre elegido por la persona es el que figura en los distintos registros, llamarla por su apellido.

Asimismo, otra de los puntos a tener en cuenta es la promoción del ejercicio pleno de la autonomía en la toma de decisiones sobre el propio cuerpo, evitando la jerarquización entre las distintas formas de vivir y expresar los géneros. Respecto a las internaciones, debe considerarse el derecho de las personas a ser ubicadas en salas acordes a su identidad de género.

Por último, se apuntó a la entrevista médica, donde es bueno realizar preguntas abiertas (¿Cuál es el motivo de consulta?, por ejemplo) y no asumir como norma la heterosexualidad de las personas. Se aconseja también abordar antecedentes de salud personales, como intervenciones clínicas-quirúrgicos, el uso de medicación y los tratamientos no farmacológicos. Otro aspecto a tener en cuenta es la consulta por las redes afectivas y sociales; y detectar situaciones de discriminación, o violencia.

Finalmente y en relación a esto, se enfatizó en la atención de la salud mental como un derecho de todas las personas y debe responder a una demanda explícita de la persona usuaria, por lo que las personas trans, travestis y no binarias no deben ser derivadas de manera compulsiva al servicio de salud mental. En esta línea también, se desalentó a relacionar cualquier consulta de varones homosexuales con VIH.

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