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Diego Casali: «En Córdoba empresas tecnológicas tienen un futuro profesional sin techo»
En medio de la revolución tecnológica permanente, un universo de oportunidades laborales se abre a la par del desarrollo industrial 4.0. ¿Qué es? ¿De qué se trata? Hablamos con Diego Casali, Presidente del Cluster Córdoba Technology, la organización insignia del desarrollo tecnológico con base cordobesa.
-Arranquemos por el principio. Contame qué es el Cluster.
-De modo muy sintético te podría decir que nuestra misión es potenciar el crecimiento del sector tecnológico de la Provincia de Córdoba. Para eso trabajamos en diversos ejes. Uno de ellos es el desarrollo del mercado, ayudamos a las empresas socias a abrirse nuevos caminos en la generación de negocios. También trabajamos en la capacitación y la formación de recursos humanos, que es nuestro bien más preciado y más escaso. Por otro lado, tenemos ejes relacionados a la vinculación, no sólo con sectores públicos y académicos convencionales sino también con los componentes científicos y tecnológicos que es lo que realmente nos va a ayudar a crear productos innovadores que nos ayuden a salir al mundo y lo que le va a ayudar a las empresas a generar valor para tener mayor competitividad. Eso le va a permitir a las empresas a poder abrir sus horizontes y que no se dediquen solamente a vender lo que se conoce como “horas hombre”, de desarrollos de software, que es lo que hoy exporta la mayoría. Por ejemplo, ya tenemos lista la firma de un convenio con la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Córdoba que estará orientado a que las empresas puedan vincularse realmente con el sector científico de la provincia.
-¿Cómo fue el 2017?
-Ha sido un año muy intenso y con muchísimas actividades. Creo que el 2017 fue una bisagra para el Cluster. Trabajamos dos ejes centrales como lo son transformación digital e industria 4.0. Son temáticas que, de alguna manera, hoy están presentes en todos los sectores de la economía. La tecnología atraviesa absolutamente a todos los sectores y nosotros como cluster tecnológico nos vimos en la obligación y el compromiso de trabajar con todos ellos. Como un primer paso identificamos ocho sectores económicamente activos y trabajamos todo el año buscando acercar tecnología e innovación hacia esos lugares. Decidimos salir de nuestra zona de confort para ir a buscar necesidades y oportunidades de forma conjunta con empresarios de esos espacios. Fue un trabajo muy arduo que nos cruzó la actividad de todo el 2017 y que finalizamos con un nuevo proyecto que se llama “Cluster incuba”, que es una incubadora para potenciar spin off de empresas socias. Esos proyectos serán incubados a lo largo de todo el 2018. Ya dejamos de ver los proyectos tradicionales de las empresas, que tenían que ver lo contable o lo administrativo para comenzar a observar la forma en que las ideas empiezan a vincularse con otras áreas como el agro, la salud, la logística o la educación, que fueron surgiendo a partir del trabajo de todo este año.
Si hablamos de números, la industria siguió creciendo. Hay una proyección sostenida cercana al 16% en ganancia y también en recursos. En Córdoba estamos rozando los 12 mil recursos y tenemos una enorme perspectiva. El crecimiento podría ser mucho mayor si tuviésemos más recursos calificados, ese es un punto a trabajar y tiene que ver con la formación. Nosotros formamos parte de una industria con pleno empleo que podría emplear a 3 mil personas más si apareciese la mano de obra calificada que se necesita. No es un dato menor. Cuando escuchamos que hay automotrices, por ejemplo, que hacen enormes inversiones y emplean 500 personas, nosotros tenemos que tener en cuenta que formamos un sector que se desarrolla a partir del conocimiento y presenta un potencial muy grande que debemos aprovechar.
-¿Qué es la industria 4.0?
-Cuando hablamos de industria 4.0 estamos mencionando a las nuevas tecnologías que están atravesando los procesos industriales. Entre ellas, internet de las cosas, obtener información prácticamente de todo a través de sensores. Hoy casi todos los sectores lo tienen bastante desarrollado en todos los sectores. Relacionado con esto también está el trabajo relacionado con la big data, que es el enorme volumen de información que empieza a aparecer a partir del aprovechamiento de las tecnologías. Por otro lado está la inteligencia artificial, el machine learning, que son tecnologías que permiten analizar esos enormes volúmenes de datos que aparecen. También todo lo que tiene que ver con la impresión 3-D que es otro enorme desarrollo que está modificando procesos productivos y cambiando la generación y fabricación de productos con procesos muchos más livianos que los tradicionales. La robótica es otro pilar tecnológico que nosotros buscamos acercar a las empresas para generar competitividad, bajar los costos y generar productos de mayor valor agregado. Todo ese universo da forma a la industria 4.0.
-Hablas del FAMAF y recuerdo que la necesidad de generar mano de obra capacitada es algo que vienen señalando desde hace tiempo. ¿En qué parte del sistema de formación está la falla que repercute en esa carencia de mano de obra especializada?
-Es una discusión periódica. Dentro y fuera del sector. Entre los diagnósticos que podemos encontrar juegan un rol importante algunos mitos que hablan de “carreras duras y difíciles” que es necesario desmontar. Nosotros estamos trabajando en las escuelas secundarias acercando la tecnología a las aulas para hacer notar que esa “enorme dificultad” es realmente un mito. También creemos que es necesario apostar a carreras más cortas, hoy la generación millennial está buscando ese perfil de trayectoria de formación. Están las tradicionales carreras de grado pero también las hay de pre-grado, carreras de tres años, de dos, incluso estamos potenciando un programa que se viene trabajando con nación que se llama “111mil” que es un curso de 600 horas que se ejecuta a lo largo de ocho meses. Con ese curso, ya es posible insertarse en el mundo laboral. Obviamente que no estamos buscando perfiles seniors desde ese espacio pero sí es algo que permite perder los miedos y acercarse a la tecnología. Somos muy optimistas con este curso porque hemos tenido una avalancha de interesados en Córdoba y en todo el país y muchos de los que se encuentran allí seguramente optarán luego por formarse en carreras más avanzadas en relación a la tecnología. En este sentido, también tenemos un desarrollo en curso con los colegios secundarios provinciales que se llama “Escuelas PRO-A” que empezó en unas 12 escuelas y que se proyecta en más de cincuenta para los próximos dos años en Córdoba. Son establecimientos educativos con especialización en desarrollo de software desde donde van a surgir muchos futuros profesionales para el sector.
-Entonces es un desarrollo que también están observando las autoridades tanto nacionales como provinciales.
– Es que el desarrollo de las empresas tecnológicas en Córdoba tiene un futuro profesional sin techo. No tenemos limitaciones ni geografías, hoy se trabaja para el mundo desde acá. Eso no ocurre en la mayoría de otras industrias.
Es una industria que paga entre un 30% y un 35% arriba de otros sectores. Te cuento esto porque también es un desafío llevar esta información a la sociedad porque muchas veces la falencia de recursos se sustenta en el desconocimiento. Hoy hay mucha gente que ha sido desplazada de sus trabajos por el avance de la tecnología y es necesario que vean al desarrollo tecnológico como un posibilidad concreta de reinserción. Yo he visto cursos de formación con personas de más de setenta años. Muchos se asombran, pero el mundo está demandando cada vez más perfiles tecnológicos. Realmente hay posibilidades para todos y no tenemos dudas de que el sector va a seguir creciendo en volumen de negocios, facturación y empleo.
-¿De cuánto hablamos? ¿Hay proyecciones para el 2018?
-Nosotros nos trazamos una expectativa del 20% en general pero creo el verdadero éxito va a marcarse a partir del éxito de los programas de vinculación, de transformación y de incubación porque realmente de esa manera vamos a lograr que las empresas generen valor agregado y dejemos de concentrar todo en las “horas hombre”. Va a seguir habiendo empresas que seguirán haciendo negocios con la vente de servicios y desarrollo software pero nosotso entendemos que la matriz debe cambiar. Hoy, el 90% de las empresas de software cordobesas vende «horas». Si lo relacionamos con el agro es como decir que el 90% del sector vende semillas al exterior que se van en barco. Nosotros queremos avanzar en lo que ya avanzó la industria agropecuaria e industrializar. Tenemos que vender productos terminados que agreguen mucho más valor y generen más riqueza para todos los involucrados en el proceso productivo del sector. Ese es el gran desafío.
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