
Política
El Sukaria: El desafío de la construcción
Se suele decir que Córdoba es una de las razones por las cuales al gobierno nacional le va tan bien electoralmente. De hecho, es un distrito que se ha mostrado fiel al voto de Cambiemos desde su aparición en el terreno político. Una parte simple del análisis indica asentar la mirada sobre el fuerte componente radical del electorado provincial, pero también hay un novedoso apego por la figura del Presidente Macri que no es, precisamente, un radical. A partir de ese empuje es que el PRO comienza a sentar bases fuertes de cara al año próximo. Un espacio fuerte para disputar y comenzar a discutir esa alternativa está en la legislatura de Córdoba. Una de esas bancas en ocupada por la Presidenta del partido en el distrito más grande de la provincia (el Capital), Soher El Sukaria, que analizó el presente y el futuro conversando con Mano a Mano.
-El 2017 fue muy importante para Cambiemos en Córdoba, sobre todo por el resultado electoral de cara a un 2019 que también tendrá elecciones y en las que la expectativa es muy grande. En ese marco ¿Cómo imagina el 2018?
-Yo creo que va a ser un año desafiante. Durante la primera etapa del año se van a empezar a ver los frutos de algunas medidas que el gobierno nacional ha venido desarrollando y que se van a ver consolidadas. Durante este primer semestre se va a cosechar mucho de lo que ya se hizo y se va a avanzar en algunos aspectos sobre los que falta aún algo de trabajo. A partir de junio todo va ser mucho más liviano y más fácil porque la construcción que el gobierno nacional viene realizando va a ser mucho más tangible. Hay un plan de obra pública y de resultados de políticas económicas que la nación viene trabajando con los municipios y con los gobierno provinciales que van a ver muy buenos frutos en la segunda mitad del año. Va a ser una gran cosecha después de tanto tiempo de siembre.
-A pesar de estar gobernada por un color político opositor, Córdoba parece tener una relación institucional con la administración nacional que es muy estrecha. ¿Cómo evalúa desde Cambiemos esta realidad?
-Es auspiciante. Uno no es más cordobés y menos argentino. El federalismo del país indica que existe un gobierno nacional que debe trabajar con 23 gobiernos locales y así se hace. Pasa que no estamos acostumbrados como argentinos a esta madurez que hace convivir a gobiernos de diferentes razonamientos políticos. Fíjese que salvo la Provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma, Macri ha tenido el desafío de demostrar que se puede gobernar a la par de todas las otras provincias que no son de su misma filiación política. En ese sentido no me sorprende la relación con Córdoba. Me parece también que el gobierno provincial no es menos inteligente por llevarse bien con la administración nacional ya que Córdoba pagó los costos políticos de no tener una buena relación con el gobierno nacional y el costo no lo pagaron ni el gobernador ni los legisladores, sino que lo pagaron los ciudadanos cordobeses. Cuando no se nos comparte la coparticipación, no se nos da lo que corresponde, no hay apuesta en la obra pública, son los vecinos de Córdoba los que terminan siendo perjudicados. Creo que Mauricio Macri tiene una visión clara sobre eso porque él lo aprendió desde su óptica y su experiencia siendo Jefe de Gobierno de la C.A.B.A. cuando allí también le retaceaban fondos por ser de un color político distinto.
-¿Cómo afecta esa buena sintonía entre Macri y Schiaretti las expectativas de Cambiemos de cara a las próximas elecciones cordobesas?
-Pasa que las chances para el 2019 dependen exclusivamente de la responsabilidad y el papel que tengamos los dirigentes de Cambiemos en la Provincia de Córdoba. Si somos capaces de madurar políticamente y de presentar una opción en la que la ciudadanía cordobesa deposite la confianza que viene depositando en el gobierno de Macri, vamos a saber interpretar a esa ciudadanía que nos viene acompañando. Sólo así es posible potenciar el proyecto y avanzar en la construcción de una buena fórmula para el gobierno provincial y para cada uno de los 425 municipios y comunas que elegirán sus autoridades en el 2019. De nada vale que sigamos tirando de la cuerda y responsabilizando a gobierno de la provincia que lleva 20 años en el poder si no somos capaces de crear una posición sólida y creíble que vaya en consonancia con los valores del gobierno nacional. En Cambiemos Córdoba hay muchos referentes que expresan valores muy sólidos. Lo que tenemos que hacer trabajar en una mesa, consolidar una propuesta, dejar de lado muchos egos personales y ofrecer a la ciudadanía una mejor opción a esto que tenemos desde hace tanto tiempo. Córdoba debe tener una alternancia política porque tampoco es bueno que un color político gobierne una provincia durante 20 años solamente alternándose entre dos dirigentes. Se parece mucho a un feudo en ese sentido. Pero también es responsabilidad de la oposición construir una propuesta alterativa. Por eso digo que lo que pase en el 2019 es absoluta responsabilidad de los dirigentes de Cambiemos Córdoba, no se lo puede responsabilizar a Macri por la buena relación que tiene con Schiaretti porque esa relación a tiene con todos los gobernadores.

Para la legisladora del PRO, «El 2019 depende exclusivamente de la responsabilidad de los dirigentes de Cambiemos Córdoba»
-¿Se puede empezar a proyectar esa opción desde la legislatura?
-Ese es un buen lugar desde el cual hacerlo porque ahí es donde el interbloque deberá empezar a dar muestra de unidad y consonancia, defendiendo no sólo las políticas nacionales que repercutan positivamente en Córdoba sino que proponiendo nuestras propias iniciativas para la provincia. El año pasado me tocó defender la adhesión a la ley ART y la verdad que fue un desafío muy grande. Había muchos dirigentes que no entendían que esto iba a ser el principio de una solución. A la luz de los resultados, Córdoba ha cumplido con su rol y la adhesión a la ley hizo bajar el índice de litigiosidad a la vez que bajó la alícuota que las empresas deben pagar en este plano. Por eso digo que siempre que tengamos elementos para construir políticas que redunden en el beneficio de la ciudadanía, el interbloque de la legislatura se puede transformar en ese primer paso de madurez que necesitamos para llevar una propuesta alternativa al 2019.
-Una de las críticas de la oposición en general a lo largo de todos estos gobiernos de Unión por Córdoba se dirigen hacia el uso de la mayoría que hace el oficialismo a la hora imponer la agenda. ¿Es así?
-Sí, absolutamente. Al principio me costaba entenderlo, quizás por mi inexperiencia o por mi utópica forma de pensar la política. Yo pensaba que cundo un proyecto era necesario para la provincia, las comisiones deberían funcionar correctamente y el espacio de discusción y aportes debería abrirse. Después, uno puede hacer aportes, posicionarse a favor de algunos puntos o en contra de otros. Pero esa construcción colectiva de cara a la ciudadanía tendría que ser lo que marque la agenda legislativa. Pero no es así. Un ejemplo es lo que pasó con la adhesión a la ley de electrodependientes. Habiendo familias y habiendo necesidades que no demandaban demasiado dinero para las arcas provincias, demandó casi siete meses el año pasado. Había unanimidad absoluta de todos los bloques con respecto a la necesidad de aprobar la ley. ¿Por qué tardar siete meses en aprobar una ley que un montón de cordobeses necesitan para vivir? Yo creo que hay cosas que no nos tienen que poner a discutir sino que nos tienen que poner a actuar. El problema es que el gobierno provincial impone su mayoría y a través de eso digita la agenda legislativa. Entonces no estamos discutiendo aquellas cosas que son prioritarias para la ciudadanía sino aquellos temas que son prioritarios para el gobierno provincial y, por momentos, eso genera mucha impotencia.
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