Política
Luciana Echevarría: «Es difícil enfrentar a la derecha aliándose con la derecha»
En el espectro político cordobés, cada quién tiene una razón particular para cuestionarle a Schiaretti el adelantamiento de las elecciones al 12 de mayo. En el caso de Luciana Echevarría, la candidata a gobernadora por el MST-Nueva Izquierda, los argumentos podrían combinarse en una figura de alegre incomodidad para poder hacer frente a la campaña que la tiene como protagonista. A punto de ser madre, la docente universitaria recorre la ciudad, y lo que puede de la provincia, defendiendo la propuesta con la que una de las fuerzas que representará a la izquierda durante los comicios provinciales buscará dar el zarpazo que estuvo a punto de lograr en 2015 y lograr llevar su voz a la Legislatura de Córdoba.
-¿Cómo estás viendo la campaña?
-Me parece que en estas elecciones se han cruzado, como nunca, las crisis de todos los espacios tradicionales de representación. Por un lado se observa la crisis y la debilidad del sector liderado por Macri, que no tiene una estructura propia y que termina yendo por dos listas separadas, con dos referentes de la Unión Cívica Radical. Por otro lado, el espacio histórico de Unión por Córdoba que, a pesar de que se hayan cambiado el nombre, son los mismos de siempre. Estamos con más de 20 años de la misma conducción política en la Provincia y tienen la caradurez de hacerse los desentendidos respecto a los principales problemas que tiene, hoy, Córdoba. En cada una de las campañas hacen foco en el “cordobesismo”, en el “vamos a defender Córdoba”, en el «Corazón de mi país», pero uno ve índices de pobreza y desocupación que están por encima de la media nacional. Eso se quiere tapar con publicidades millonarias que lo único que buscan es poder quedarse por cuatro años más. En estas elecciones van a votar chicos que nacieron bajo este signo político y me parece que es una oportunidad para buscar una salida que puede llegar por la izquierda porque sabemos que venimos desde hace años planteando propuestas de fondo y poniendo temas en debate que nadie pone. En la campaña pasada, por ejemplo, nosotros éramos los únicos que hablábamos de la separación de la iglesia del Estado. Bueno, eso es hoy un tema instalado.
-Se planteó también en esta elección, y con su propuesta en particular, el tema de la presencia femenina en las listas.
-Tuvimos la intención poner en debate ese tema con la conformación de nuestras listas. En campaña electoral todos hacen campaña con la cuestión de las mujeres y su participación, hemos visto calles empapelas con programas provinciales como el de “Liderezas” y montón de cuestiones por el estilo que después no se traduce en la participación de mujeres en las mesas de decisiones y en la conformación de las listas. Vos fíjate que salvo nuestra lista y la del FIT, no había propuestas electorales encabezadas por mujeres a nivel provincial. A eso hay que sumarle que en la Legislatura de Córdoba, a pesar de que existe una ley de paridad desde hace muchísimo tiempo, sólo el 38% de las bancas están ocupadas por mujeres. Esa es la desigualdad que estamos viviendo, por eso cada vez que se discuten las leyes que tienen que ver con la paridad lo que se busca es empezar a romper con esas asimetrías que existen entre hombres y mujeres. Pero es tal el machismo que todavía tenemos anquilosado en nuestras instituciones que en el único caso que se dio en que había más mujeres que hombres, el nuestro, deciden ponernos un límite. Nunca hubo un freno a las listas con excesos de hombres.
-En la lista también hay una candidata trans. ¿No hay una discusión pendiente ahí?
-Sin duda, si bien Argentina es uno de los países con mayores avances en materia legislativa con respecto a los temas relacionados con la diversidad, pasa como con todo: se sacan las leyes pero después no se ponen en práctica o no se reglamentan. La situación es realmente crítica, el promedio de vida que tiene la población trans es de 36 años, el mismo que el resto de las personas tenía en la edad media. Y eso se da por toda una combinación de situaciones de discriminación permanente por la que muchos abandonan la educación formal y en donde el 98% de la población económicamente activa no tiene acceso a un trabajo formal. Eso se traduce en una falta de acceso a la salud pública que también es alarmante, entonces también tenemos una situación sanitaria realmente terrible. Son cosas concretas que están siendo invisibilizadas, por eso nos pareció importante que en estas elecciones, Pía Ávila, que es la coordinadora de ATTTA (Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de Argentina) en Córdoba, pudiera tener un lugar en las listas porque como ella dice “siempre se acercan muchísimos espacios pero nunca hay una coordinación permanente para llevar adelante los debates que se hacen urgentes”. Bueno, nosotras estamos muy contentas de que pueda estar participando en nuestra propuesta.
-Hay una parte del discurso que para referirse al sector ideológico que representas habla de la “funcionalidad” de la izquierda para los gobiernos como el de Macri. Voy a evitar ser original en el planteo: ¿Qué pasa con la unidad de izquierda?
-Eso es algo que siempre da vueltas. Nosotros hemos planteado al FIT que es necesario pensar la forma de que la izquierda deje de ser un proyecto testimonial para ser una alternativa de poder, pero hay prácticas dogmáticas que hacen que la cuestión se complique. Nosotros creemos que la izquierda debe estar a la cabeza pero que también hay sectores que pueden venir de otros espacios y que están desencantados de las estructuras en las que participan y están dispuestos a enfrentar al neoliberalismo, en serio. Yo creo que lo que ha pasado en estos últimos años a nivel latinoamericano plantean todo este tipo de cuestiones. Qué es lo que ha pasado con estos gobiernos que eran tildados de progresistas y han retrocedido. Falta que la izquierda pueda trabajar desde los acuerdos y no sobre las diferencias. Nosotros creemos que hay que avanzar sobre la renovación a nivel programático pero también a nivel generacional. Hay compañeros y compañeras que están mucho más pendientes de las bancas y de los espacios más pequeños y eso imposibilita la unidad que tanto se pregona.
-¿A quienes acusan “funcionalidad” qué les decís?
-Yo creo que lo más “funcional” que hay es votarle leyes al macrismo y que, en nombre de la gobernabilidad, garantice todo lo que el macrismo necesita para llevar adelante sus proyectos. Eso es algo que viene haciendo un sector importante del PJ, particularmente acá en Córdoba. Schiaretti firmó el pacto fiscal, apoyó el ajuste a los jubilados, votó el presupuesto de miseria del FMI y para todos los temas sensibles para la sociedad estuvo al lado del Presidente. Nosotros sabemos que hay un montón de gente que quiere enfrentar estas políticas y que realmente está preocupada por lo que puede llegar a venir, entonces debemos señalar que es incoherente buscar ganarle a Macri de la mano de quienes apoyan sus políticas. Nosotros no queremos que se vaya Macri porque no nos gusta su cara, nosotros queremos que se vaya por las cosas que hizo, que hace y que dice que va a hacer. Mal podemos lograrlo apoyando a alguien que hace lo mismo en Córdoba. Esto hay que plantearlo ahora porque después es demasiado tarde. Cuando en Brasil se planteaba “Fuera Temer”, nos deberíamos haber preguntado cómo llegó Temer al gobierno: era el vice de Dilma. Y esas son las contradicciones de las que tenemos que aprender. Tenemos que sacar conclusiones a futuro porque cuando empiezan a fallar estas variables hay mucha gente que comienza a decepcionarse y después no podemos echar culpas cuando estas personas votan lo que votan. Nosotros tenemos que estar a la altura de las circunstancias. Por eso escribimos una carta pública a los votantes kirchneristas decepcionados. Se habían ilusionado con la posibilidad de tener un alista propia para enfrentar a Schiaretti, querían hacerlo porque saben lo que nosotros también sabemos: Schiaretti es Macri. Para nosotros eso ya es un acuerdo concreto para poder avanzar. Se puede ir para adelante, pero hay que hacerlo sobre una base de coherencia con respecto a cuáles son los problemas de fondo. Es difícil enfrentar a la derecha aliándose con la derecha.
-¿Cómo te imaginas lo que sigue en la campaña?
-Va a ser corta pero intensa. Lamento que los principales candidatos no se animen a debatir porque eso no sólo que empobrece sino que vulnera un derecho fundamental como es el acceso a la información. Los ciudadanos tienen que tener que poder conocer las propuestas de todos los candidatos y saber qué piensan sobre los temas concretos que están en discusión. Pasó con el aborto, nadie se preguntaba que pensaban los candidatos en el momento de las campañas y eso después se convirtió en un tema fundamental en la discusicón política nacional, por eso es necesario poder indagar, preguntar y saber. Nosotros tenemos muchas expectativas, estuvimos muy cerquita de ingresar a la legislatura en el 2015 y me parece que ahora hay una posibilidad concreta de hacerlo, tanto en la unicameral como en el concejo deliberante, con la lista que encabeza Maru Acosta. Creo que estamos en condiciones de abrir un nuevo momento respecto a la relación entre lo que sucede en las calles y cómo eso tiene su expresión legislativa. Realmente estamos confiados en que lo vamos a lograr.
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