Política
Entrevista al director de la consultora cordobesa que acertó el triunfo de Milei
Explanans fue una de las pocas consultoras que acertó la victoria de Javier Milei sobre Sergio Massa, en el balotaje presidencial que consagraría al próximo presidente de Argentina.
El pronóstico arrojó que el libertario se impondría al candidato oficialista por 10 puntos, con triunfos contundentes en Córdoba, Mendoza, Ciudad de Buenos Aires y Santa Fe, y con un empate en la Provincia de Buenos Aires. Similar al resultado del 19 de noviembre.
El dato es que el estudio se hizo 15 días antes de las elecciones -luego de la alianza con Juntos por el Cambio y de la crisis por la faltante de combustibles- y con una nueva metodología de recolección de datos.
En diálogo con Mano a Mano, el director ejecutivo de Explanans, Sebastián Puechagut, habla de la herramienta aplicada, el perfil del jefe de Estado argentino en los primeros días de gobierno y el fenómeno electoral en la región.
ENCUESTA NACIONAL 2023 📉📊
CAMINO AL BALOTAJE: EL CLIMA PREVIO AL DEBATE#Elecciones2023 #BalotajeAbrimos hilo 🧵 pic.twitter.com/Ntbck7V0Wx
— Explanans Consultora (@ExplanansOk) November 10, 2023
Las encuestadoras últimamente están en el ojo de la tormenta. ¿Cómo lograron acertar el resultado del balotaje?
Lo que sucede con las encuestadoras no es algo completamente nuevo. En general, la metodología cuantitativa tiene un error muestral, pero también tiene, según las épocas, según los momentos, algunos sesgos, que siempre han sido difíciles de manejar en este momento. Todos esos sesgos, en un año de tanto desgaste electoral, con un momento crítico en términos económicos y sociales para muchas personas, y con una invasión de mediciones de encuestas, de estudios estadísticos, en un contexto de altísima permeabilidad comunicacional de las personas a partir de las redes sociales y la comunicación digital, todo atenta un poco ante la posibilidad de tener mediciones con alto riesgos científicos. Porque los sesgos, que hasta hace poco tiempo en la mediciones cuantitativas presenciales era donde mejor se podían tapar y donde podías tener una muestra mucho más clara, incluso este año ha sido difícil hacer encuestas presenciales en muchos lugares. Por ejemplo, en las ciudades grandes, porque acceder a algunos lugares poblacionales implica un riesgo de seguridad para los encuestadores, porque hay muchos barrios privados, porque las personas están temerosas de responder ante hechos de inseguridad y porque además es muy costoso. Entonces, en ese contexto, hay que poder pensar que las herramientas cuantitativas de medición siempre son una foto. Sí, una foto de un momento y que la función predictiva de las encuestas nunca ha sido muy alta. Es una foto que te permite ver un momento, que con el tiempo puede cambiar en contexto, como el de este año electoral, el tiempo de estos cambios ha sido muy corto, por eso encuestas que medían algo 15 días antes, en las elecciones eran distintas.
En el caso nuestro, a partir de todas estas observaciones, que es algo que venimos viendo desde hace mucho, nos dimos cuenta que este año teníamos que indagar otras metodologías. Y fuimos a la búsqueda de metodologías digitales, de metodologías mixtas, de poder trabajar con cuestionarios más cortos, pero fácilmente accesible para públicos muy extensos y que sean plataformas nativas de diferentes redes sociales y de medios digitales. Esto nos dio la posibilidad de extraer una cantidad de datos muy grande para poder después seleccionar muestras amplias, pero donde cada dato, cada proceso seleccionado, era representativo del conjunto poblacional. Y aprovechamos este año electoral y el calendario para ir contrastando nuestras mediciones, con cada uno de los resultados electorales. Uno tiene una encuesta más precisa que ninguna otra, que es la elección en sí. Entonces, si uno mide antes -y acá estuvimos en modo laboratorio todo el año- puede saber con exactitud cuál es el margen de error de la medición que hizo y nos dimos cuenta que, haciendo estas metodologías con mucho rigor y extrayendo muchos datos, haciendo una buena selección poblacional, el margen de error se achicaba muchísimo. Y tanto en las PASO como en las generales logramos aproximaciones muy cercanas.
Con esta metodología, decidimos hacer una encuesta previa al balotaje, que cuando nos dio los números pensamos que estaba equivocada, realmente. Y lo trabajamos mucho, hicimos dos o tres selecciones aleatorias, distintas de un conjunto de 12.000 datos, ponderaciones poblacionales por sector geográfico, por estratos socioeconómicos, y por género y edad, y nos dimos cuenta que la precisión era fuerte, por eso decidimos publicarlo. E hicimos una nueva ya en veda y nos dio exacto, lo que quiere decir que para nosotros, más que la satisfacción de haber hecho bien el trabajo, nos encontramos con que tenemos una herramienta que puede ser muy interesante aplicar en los próximos tiempos, ya que tiene un costo menor significativamente para extensiones territoriales tan grandes como Argentina y un grado de precisión bastante alto.
Un dato de su estudio señala que el 57% votó esperanza. ¿Qué eligió la gente con Milei?
Creo que la figura de Milei irrumpe como producto del desencanto, el desgaste y el rechazo que el sector político, que la política en sí, que los espacios más tradicionales, o por lo menos dominante durante los últimos 20 años habían significado, que luego de la pandemia no hubo vistas de recuperación para la población en términos económicos. Y Milei irrumpe en ese escenario inicialmente como rechazo, pero que va transformando y por eso es tan potente su capacidad de producción política. Va transformando el rechazo en un voto esperanzado. Veíamos el contraste con los votantes de Massa, por ejemplo, donde la esperanza era un factor muy minoritario en relación a la confianza, el voto de Massa era el voto de “confío en que si esto no se hunde, este presidente nos puede sacar adelante”, pero el voto en Milei es un voto muy arriesgado, y es tan arriesgado como tener esperanza en un contexto de crisis. Hay que hacer un salto muy grande para conservar esa emoción en un momento como el que estamos viviendo en Argentina.
Puechagut declara que realizaron encuestas provinciales post elecciones y que la percepción mayoritaria (40%) es que el año que viene va a ser mejor que este. «Probablemente sea una medición que quede tan rápidamente vieja, que no sirva para tomar decisiones. Son momentos de altísima divergencia y dinamismo social», aclara.
¿Qué análisis haces del perfil del Milei presidente? ¿Es el Milei diputado, es el Milei de cara a las generales o el de post triunfo?
Creo que es una figura política que desconcierta a propios y extraños. Después de ganar las elecciones PASO, cuando todo el mundo pensaba que podía exacerbarse, eligió un tono mucho más tranquilo, reforzado, razonable. Creo que comprendió que efectivamente podía ser presidente de una opción que estaba en la palma de su mano y adquirió un tono presidencial. Creo que después de perder las generales hizo una movida que estratégicamente fue muy interesante en términos de la alianza con Juntos por el Cambio, sabiendo que es muy difícil que en una elección de tercios, si se unen el segundo y el tercero no ganen. Incluso fue mucho más lo que ganó de lo que se lleva de Cambiemos, que lo que gana Cambiemos entrando al gobierno. Ha logrado adquirir un tono más reposado y tranquilo, un tono más acorde a la investidura presidencial, pero a la vez creo que va por todo, no tiene plan B, y no tiene plan B no porque no lo tenga, sino porque no quiere porque creo que es una apuesta de extremo riesgo, que está apoyada en la idea de su propia narrativa del gobierno, que es que no hay ninguna posibilidad de salir de esta situación si no se toman medidas que cambien estructuralmente las relaciones de poder políticas y sociales de país.
¿De los presidentes de derecha que hubo luego de la ola izquierda-progresista en la región, hay alguno que se le parezca? ¿O estamos hablando de un fenómeno nuevo?
Creo que el fenómeno de la nueva derecha es completamente nuevo. Creo que Milei es completamente nuevo incluso en el concierto de las nuevas derechas a nivel global. ¿Por qué? Porque no solo supone un outsider con ideas poco tradicionales que llega al poder y quiere implementarlas, que es lo que habitualmente pasa, como pasó con Boris Johnson o en su momento Ronald Regan, pero que terminan rápidamente expresando el conservadurismo. Creo que Milei tiene una vuelta de tuerca y no expresa necesariamente al conservadurismo, Milei también expresa a una porción de la de la juventud que canaliza su rebeldía desde este lugar y eso me parece sustancialmente distinto. Por otra parte, hay dos elementos a tener, que es que desde la pandemia a esta parte, de más de 20 elecciones presidenciales en Latinoamérica, el oficialismo solo ganó en dos, y una en una de ellas en Nicaragua, donde uno podría poner alguna sombra de duda respecto a esa victoria. Pero en general, después de la pandemia, todos los oficialismos han sido castigados. Además, si uno ve la historia política reciente latinoamericana, por primera vez empezaron a perder la reelección los presidentes, por ejemplo Mauricio Macri, Jair Bolsonaro, y esto quiere decir que el péndulo se mueve cada vez más rápido. Tenemos el primer elemento: pierden los oficialismos, no importa si es de signo político de izquierda o de derecha, en general el oficialismo es castigado. Y segundo, el péndulo se mueve rápido, lo que impide procesos de consolidación de políticas públicas de un signo político, y eso implica que la gente está más desgastada. Salir de esto me parece que es resolver un poco la crisis de representación, no solo de los partidos sino de los espacios políticos de Latinoamérica.
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