Cultura
Fabián Vena: «El texto de Villoro me transformó la vida»
El próximo sábado, Fabián Vena llegará al Teatro Real para traer a escena su “Ceremonia sobre la lluvia”, el unipersonal basado en un texto del mexicano Juan Villoro. El evento se enmarca en la nueva edición de la Feria del Libro y el Conocimiento de Córdoba y las entradas pueden adquirirse de modo gratuito comprando un libro en el stand Barón Biza o a $200 en Tienda Creativa. La obra se presenta como “una pieza magnética, atrapante, encantadora, en la que un bibliotecario que intenta dar una conferencia, divaga ágilmente entre el humor y los libros que marcaron su vida. Navega entre sus amores y sus autores favoritos, en un viaje fluido y profundo por las palabras”. En la previa a su actuación, Gonzalo Puig habló con Fabián Vena y nos regaló esta hermosa charla para Mano a Mano Córdoba.
-¿Cómo llego a tu vida este texto de Juan Villoro?
-Estas son las cosas mágicas que existen en nuestro trabajo y que nos permiten encontrarnos con materiales que después marcan el resto de nuestra vida. Yo siempre estoy abierto a que puedan aparecer por donde uno menos lo espera y este es un caso con esas características. Me lo acercó una amiga, simplemente para que lo leyera, y después de dejarlo durante meses colgado lo agarré y me encontré con algo que me transformó la vida y del cual ya no me quiero despegar.
-El texto es algo que Villoro hizo para una conferencia, entiendo incluso que fue a partir de un pedido específico. ¿No es algo, de alguna manera, anti-teatral?
-Es como vos decís, pero con el paso del tiempo, en uno de los prólogos que el propio Villoro escribió dice exactamente todo lo contrario y habla de la conferencia como uno de los elementos más teatrales que puede haber. Y lo hace desde un visión muy clara: en una convención yo me paró frente al micrófono y frente a la gente, hablo de un tema del cual me he informado previamente mientras hay otro grupo de personas que está escuchando y aguantándose la convención. Desde ese lugar, a mí me pareció que tenía resuelto un gran problema porque la idea de la conferencia me abrió las puertas para plantear una convención muy importante para sostener, justamente, lo que es un soliloquio.
-Yo te escucho hablar y me parece que hay un punto en común entre el personaje y vos: el enamoramiento por los textos. Vos te enamoraste de esta obra de Villoro y el personaje va contando cosas de las que se ha enamorado a lo largo de su vida, entre ellas los libros.
-Eso es un poco lo que Villoro plantea al poner en el mismo plano al amor, a la lluvia y a los libros. Lo trae a Cortázar al decir que uno no elige la lluvia que lo va a calar hasta los huesos cuando uno sale de un concierto, de eso habla cuando uno se enamora. Uno no elige enamorarse, uno es atrapado por una lluvia, por una tormenta. Eso me pasó a mí, yo no pude encontrarle más lógica al asunto hasta que empecé a trabajarlo como un proyecto dentro de la puesta. Por supuesto que también me identifiqué muchísimo por el amor por los libros. Para mí, los libros han sido fundamentales y han ayudado a ampliar, desarrollar y fortalecer la imaginación. Creo que el mundo del actor sin imaginación está verdaderamente muerto y a mí esa imaginación no me la ha dado la actuación sino que me la han dado los libros. La verdad es que me siento profundamente identificado con el texto en todos los sentidos porque el hecho de haberme enamorado y estar enamorado, hoy, me da una tranquilidad absoluta de mostrarme como un testigo sufriente de lo que es el amor. “El amor es una caída que produce raspones” dice uno de los personajes. Es eso.
-¿Habías leído antes a Villoro?
-¿Vos sabes que no? Incluso, sabía que en Buenos Aires se había estrenado la obra “Filosofía de vida” que protagonizó el gran Alfredo Alcón junto con Rodolfo Bebán y Claudia Lapacó. Pero yo no había leído nada, después me fui enterando porque a mí me gusta investigar alrededor del material que anda dando vueltas y me pasó algo muy curioso: temí leer otra cosa de Villoro. Cuando encontrás algo tan perfecto como “Conferencia sobre la lluvia” te agarra temor de seguir indagando por miedo a que aparezca algo que cambie tu percepción. Por lo menos mientras la esté haciendo, calculo que después retomaré y no creo que me pase nada. Es un literato muy querido, un erudito dentro del ambiente y seguramente ha escrito cosas extraordinarias. Pero te repito que tengo un enamoramiento tal, que no quiero ver a ninguna otra chica por ahora.
-Tengo entendido que lo conociste…
-Sí, hace un tiempo, antes de estrenar la obra, dimos una función con invitaciones para mostrar lo que hacíamos. Cuando terminamos, estábamos recibiendo un caluroso aplauso yo empecé a notar que una persona se acercaba al escenario y empezaba a subir sin que yo supiera quién era. Obviamente, era él. Así nos conocimos y fue un encuentro muy cálido. En el aplauso, en el estreno y en el escenario. Después charlamos un poco entre bambalinas y quedamos conectados hasta hoy. Nos ha hecho una devolución escrita hermosa. Es un ser extraordinario, tan extraordinario como la obra que escribió.
-Te saco de la obra y te pregunto por los nuevos tiempos y consumos, las plataformas y demás cuestiones que todos conocemos. ¿Ha cambiado mucho el trabajo del actor? Estoy pensando en la tele principalmente.
-Entiendo, yo te podría dar el ejemplo de las miles de obras de teatro independiente que andan dando vueltas y que hay que tener en cuenta porque hay que estar siempre atento a todo lo que pasa. Pero yendo a tu pregunta, me parece que cada sociedad carga con un género que le queda más cómodo. Nosotros venimos del circo criollo, tenemos muy metida la comedia, tenemos un acting más italiano, yo amo a los rusos, adoro a los ingleses y detesto a los yanquis pero estamos tan influenciados por la cultura de actuación norteamericana que creemos que la actuación es así. A mí me parece que hay que investigar muchísimo sobre la verdad propia. Este oficio tiene una cosa maravillosa que te permite armar tu propio librito a la hora de la técnica y, además, confirmarte como el ser único que cada uno de nosotros somos. Yo creo que no tenemos que parecernos a nadie. En la medida en que investiguemos sobre nosotros mismos vamos a estar más cercanos a la verdad y, por supuesto, a la visión artística. Yo entiendo que esta época en que nosotros vivimos está muy relacionada con los grandes cambios, cuando yo empecé había que «entrar» a un lugar y hoy un chico se puede armar su propio canal de televisión en la casa. Pero más allá de todos los formatos que se inventen, la idea de la historia, el poder contar una historia, el rol del intérprete y la relación con el espectador es algo que nunca va a desaparecer. Así que…nosotros a lo nuestro.
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