Finalmente, y luego de seis meses de transición, Martín Llaryora juró este martes como Intendente de Córdoba.
El acto se realizó en el Teatro Real, comenzó presidido por el viceintendente saliente, Felipe Lábaque, y terminó bajo el mando del Presidente del Concejo Deliberante capitalino, Daniel Passerini.
Fue precisamente el ex legislador el encargado de tomar juramento a su compañero de fórmula, que pasadas las 10 de la mañana se convirtió oficialmente en el Intendente número 98 de la ciudad, contando desde el año 1883.
Al hacer uso de la palabra, por primera vez como mandatario a cargo del Palacio 6 de julio, Llaryora dijo venir «a hacer lo que solo puede hacer un intendente. Que el colectivo pase, que se recoja la basura y se mejoren las plazas«.
Tras a hacer mención a la crisis económica, sanitaria y ambiental, como en toda la campaña, Llaryora aseguró su Gobierno estará marcado por «un rumbo que es desarrollar a Córdoba, porque nadie quiere vivir de una ayuda o una dádiva«. «La mejor política es un buen trabajo«, aseguró.
Para eso, «no estamos solos«, dijo. «En Córdoba tenemos un gran gobernador, que es Juan Schiaretti. Vamos a trabajar en conjunto. Viva Córdoba«.
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