Política

Olga Riutort: «Esconderse debajo de un gobernador, no me parece de un dirigente responsable»

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Siempre dijo que «el lugar» a alcanzar en sus aspiraciones políticas era la Intendencia de la Ciudad de Córdoba. Durante años trabajó para tal fin y lo intentó en reiteradas oportunidades en las que se presentó como candidata. En la previa a la campaña para el 2019, su nombre fue objeto de manipulaciones, operaciones, propuestas y buenas intenciones que truncaron en el camino. Eso no hizo mella en su convicción que hoy la vuelve a poner en la carrera por el Palacio 6 de Julio. Sintiéndose perjudicada por el formato del comicio y sabiéndose dueña de una capacidad para revertir esas adversidades, Olga Riutort vuelve al ruedo (bueno, nunca se fue) y empuja de cara al 12 de mayo.  

-Qué lío que se armó con la boleta única y la unificación de las elecciones a la gobernación y la intendencia ¿no?
-Si nosotros decimos que esta es una elección tramposa, lo hacemos gracias a esa situación. La Justicia Electoral ni siquiera sacó una aclaratoria explicándole al electorado cómo votar para que no se anulen los votos, nos pusieron a nosotros debajo de la lista de gobernadores sin tener absolutamente nada que ver con el tramo provincial, por lo que es muy probable que mucha gente nos vote y se va anular el voto a nuestra fuerza y a la fuerza que hayan elegido para la gobernación.

-¿Qué crees que se debería hacer?
-Así como está, debería hacerse una aclaratoria para respetar la voluntad del elector. Se supone que si alguien le puso una tilde al lado de la cara de Schiaretti y otro al lado de la mía, la decisión es clara. Nos negaron un primer pedido en que planteábamos eso y después nos negaron una segunda presentación en la que proponíamos que se incorpore una columna que divida el tramo provincial del tramo municipal para que elector pudiera diferenciarlo con mayor facilidad. Lo hemos recurrido y presentado un amparo al TSJ pero ya está todo impreso, no creo que tengamos suerte.

-¿Es difícil ir explicando esta situación al electorado?
-Explicarlo es fácil, el problema es llegar al millón y medio de habitantes que tiene Córdoba. El tema de entender cómo se vota no es algo sociocultural, no es que alguien de un barrio popular entiende más o menos que un profesional. Se hace confuso porque es la primera vez que se va a votar todo junto y, a diferencia de Santa Fe que tiene dos boletas separadas, acá se pega “de costeleta” al Intendente con el Gobernador. Así, los candidatos a la provincia arrastran a los de la ciudad y por eso se da el fenómeno de los candidatos invisibles que no van a ningún lado, no están en ningún acto ni aparecen en ningún barrio.

-O aparecen juntos
-¿Dónde? En los spot de la tele, en internet, en las redes y en los afiches. Después no están en ningún lado. Están especulando que el candidato a Gobernador empuje las chances de los candidatos a Intendente. Nosotros no nos cruzamos con nadie en la calle.    

-¿Qué ciudad encontrás cuando andan por los barrios?
-Los temas son los mismos desde hace muchísimo tiempo. El tema de transporte, la basura y la no atención en los servicios de salud son una constante. También se mezclan temas provinciales y nacionales que se meten en medio de la realidad del vecino: la seguridad y la crisis económica son dos reclamos que aparecen. La Municipalidad no es responsable de eso pero puede colaborar, nosotros estamos planteando una serie de centros operativos que llamamos “Alerta Córdoba” para tener mayor prevención en materia de seguridad. Hemos sugerido que el municipio debe hacerse cargo de ponerle un GPS y un botón antipático para todo el transporte público y eso nos va a ayudar a estar alerta. Conectado al mismo centro, creemos que podemos poner cámaras de seguridad en todas las escuelas y las paradas de colectivos. Si se logra trabajar junto con la Policía de la Provincia en ese sentido, será algo que ayudará mucho en materia de seguridad. En el plano de la situación laboral es poco lo que podemos hacer, pero podríamos pensar en bajar alguna carga impositiva para las empresas que vengan a radicarse en Córdoba. Eso no va a resolver los problemas de fondo, el “costo Córdoba” es muy alto y por eso en Córdoba se siente tanto la crisis nacional.

Olga Ritort con Martín Llarena, su compañero de fórmula.

-¿Qué se puede hacer con el transporte público?
-Hoy tenemos cuatro años más de un contrato que no podemos rescindir porque eso sería muy costoso para la Municipalidad. El problema central con el transporte es que no se está exigiendo que se cumpla con ese contrato que está firmado. Hoy tenemos 890 colectivos que teóricamente existen pero no sabemos si están. Si tuviésemos un tablero con el GPS podríamos hacer tranquilamente el seguimiento y saber efectivamente cuántos colectivos disponibles por cada línea andan dando vueltas por la ciudad. No están radicados en Córdoba por lo que no sólo no sabemos si están todos en la ciudad sino que tampoco sabemos si cumplen con las condiciones exigidas, por ejemplo con la antigüedad.

-¿Las empresas no están radicadas?
-No. Los coches no están inscriptos en el automotor de la ciudad, por lo que es muy fácil mostrar una foto, llevarlos a Corrientes y después andar mostrándolos por todas las provincias en las que la empresa presta el servicio. En esas condiciones, no podes controlar nada.

-¿El boleto?
-Es el más caro del mundo. Si hubiese seguido el ritmo del salario, debería costar $11 y si hubiese seguido el ritmo de la inflación, $18. Acá, de un solo saque nos lo llevaron $23,70. O sea que aumentó un 848% y tendría que haber aumentado, en el peor de los casos, el 600%. Otra cosa que debemos hacer, sí o sí, es armar el tercer anillo circular ahora que la circunvalación está terminada, eso va a hacer que la gente que hoy se toma que tomar dos colectivos para ir a trabajar de una punta de la ciudad a otra, pueda hacerlo con un solo viaje. Hay que seguir con el Solo Bus pero tenemos que conseguir que tenga carriles selectivos como existen en otras ciudades del mundo y funciona. También hay que avanzar con el Ferrourbano, más allá de que la Provincia lo haga o no, es algo fundamental sobre todo para los usuarios de la ciudad. Además, hay que replantear el tema de las ciclovías, que cuando se hicieron se pensaron desde una lógica mucho más recreativa que en algo que efectivamente tenga que ver con la movilidad. Por eso decimos que hay que dejar de pensar en una Secretaría de Transporte para empezar a pensar en una Secretaría de Movilidad que unifique todos estos servicios y criterios a los que estamos haciendo referencia. Cada cosa que hagamos en tránsito tiene que repercutir en transporte y en movilidad, no hay forma de avanzar de otra manera.

-Hay dos temas de los cuales hablan todos los candidatos y que tienen que ver con la basura y con la puesta en funcionamiento de un ente de control de servicios municipales.
-Lo del ente de control lo dice la Carta Orgánica. Nosotros tenemos una ordenanza presentada que nunca quisieron tratar. Pero yo creo que si bien es importante, hay que decir que las experiencias de la nación y las provincias muestran que nunca han controlado absolutamente nada. El tema con la basura pasa por muchos aspectos pero lo primero que hay que decir es que no hay ningún justificativo que explique cómo pasamos de gastar 39 millones mensuales a gastar casi 500 millones, con un sistema que va más para atrás que para adelante. Nosotros creemos que hay que disolver la Crese, Cormecor y la Secretaría de Ambiente y dejar solamente el Esop porque tiene la ventaja de que nos ahorramos el IVA en cualquiera de los procesos. El ente debe encargarse absolutamente de todo. El servicio es mentiroso porque tenemos mil carteles que hablan de “recuperar valor” pero el negocio para las empresas sigue estando en el enterramiento. No tiene sentido. No hay que inventar nada, hay que discutir cómo incorporar a los carreros para que se hagan cargo de la fracción seca y puedan reciclar para vender después. Si vos garantizas eso, vas poder terminar con la tracción a sangre porque el volumen de residuos al que tendrán acceso es mucho mayor al que pueden recoger con el caballo recorriendo la ciudad y además los integras a un círculo virtuoso que les va a permitir empezar a pensar en mejorar su situación económica, social y familiar. Además, hay que facilitarles el acceso a las guarderías y a las escuelas a sus hijos para de esa manera, también, cortar con esta idea de exclusión que quita posibilidades de movilidad social porque pareciera que esos chicos que vemos arriba del caballo, no pueden aspirar a otro destino que seguir en esa situación.

Olga Riutort participando del debate realizado en el Concejo Provincial de Ciencias Económicas. 

-¿Es importante el debate?
-Yo creo que sí, Llaryora lo sabe porque en la última campaña él lo pedía. Me parece que andar cambiando de opinión así, lo único que logra es que la gente piense que todos los políticos son una manga de desgraciados, que no es gente seria y, así, se degarada cada vez más política. Tenemos que ser un poco más serio respecto a estas situaciones. Llaryora es buena persona pero no es de acá, entonces debe tener miedo que alguien le pregunte dónde queda Colonia Lola y él no sepa para dónde ir. Esconderse debajo de un gobernador para que te tire, no me parece de un dirigente responsable.

-¿Qué te pasó cuando escuchaste a Carrió decir lo que dijo de De la Sota?
-Yo pienso siempre en la gente. Empieza la campaña, las agresiones, las promesas falsas y las mentiras. Esa es la idea colectiva que ha respecto de la mirada que tiene la gente de la clase política. Tenemos que hacer un esfuerzo, más allá de la ideología. Si nosotros no nos damos cuenta de que tenemos que tratar de tener límites, de tener conciencia, de no tener esos exabruptos, estamos perdidos. Más allá de la disculpa, estamos degradando la palabra política y si no mejoramos eso la dirigencia va a ser cada vez peor y la consecuencia de las acciones de esas dirigencias en los gobiernos, ni te cuento.

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