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Reproducción asistida, un camino posible hacia la maternidad
La maternidad es una experiencia única para cada mujer. Los caminos para llegar a ella también lo son. Algunos transcurren en esperas silenciosas, cargadas de ansiedad, y sostenidos por la esperanza de que un día el deseo de maternar se concrete en un latido y en un primer abrazo. En vísperas al Día de la Madre, este domingo 19 de octubre, se vuelve necesario recordar que el título de madre se puede obtener por diversas vías. Incluso por aquellas que van más allá de lo biológico, en un horizonte ampliado por la ciencia.
Hace casi 40 años nacieron en Buenos Aires los mellizos Delaporte. Ese 7 de febrero de 1986 fue para toda la prensa la gran noticia: eran los primeros bebés gestados por fertilización in vitro en nacer en el país. Eliana y Pablo, padres de los hermanos, llevaban ocho años de búsqueda cuando conocieron lo que era un incipiente tratamiento de fertilidad. Lo cierto es que, en ese entonces, habían pasado solo ocho años desde que la misma técnica había permitido, en 1978, el nacimiento de Louise Brown, el primer caso mundial de nacimiento por reproducción asistida.
El escenario de hoy no es el mismo que en 1986. Por un lado, las técnicas y tratamientos de fertilidad han evolucionado con el tiempo. Y por el otro, gran parte de la sociedad ha cambiado la mirada que tiene sobre ellas. “Ha sido una gran revolución, desde el primer embarazo que nació por fecundación in vitro, que era una paciente que no se hubiera embarazado de otra forma, hasta los estudios genéticos que son las técnicas más novedosas que hay hoy. Todos estos tratamientos son una gran ventaja para la sociedad y una esperanza”, sostuvo José Pérez Alzaa, ginecólogo, especialista en fertilidad y reproducción asistida, y director médico de la Fundación Fecundart.
Fecundart es uno de los principales centros de reproducción asistida de Córdoba. Desde 1995, se dedican a dar respuesta a los problemas de fertilidad de aquellas personas -mujeres, hombres y parejas- que tienen el deseo de ser madres o padres. La reproducción asistida son las técnicas que permiten la unión del óvulo y el espermatozoide, de forma artificial, para formar un embrión con el objetivo final de alcanzar el embarazo. Estas técnicas son múltiples, por lo que el médico ginecólogo aseguró que es en la primera consulta de los pacientes en la cual “se escuchan las inquietudes y problemas, para entenderlos y adaptarnos a lo que busca”.
Maternidades posibles
La sanción de la Ley N° 26.862 de Reproducción Médicamente Asistida, en 2013, permitió el acceso universal a las técnicas de fertilización y, en gran medida, modificó el concepto hegemónico de familia. Es por esta ley que tanto parejas homosexuales y heterosexuales, como así también mujeres que tengan el deseo de una maternidad monoparental, pueden acceder a ellas.
Los primeros tratamientos de reproducción asistida estuvieron dirigidos a que parejas heterosexuales pudieran superar los desafíos reproductivos biológicos, tanto femeninos como masculinos, para cumplir el deseo de ser padres. A estos se le sumaron, con la misma evolución de la sociedad en cuanto a parentalidades posibles, tratamientos para parejas homosexuales, es decir, dos mujeres con el deseo de ser madres, y para mujeres que deciden cumplir de forma individual su anhelo de convertirse en mamá.
Las técnicas más frecuentes -todas ellas se realizan en Fecundart- son las de inseminación artificial (baja complejidad) y la ya reconocida fecundación in vitro (alta complejidad). A estas se les suma la técnica de inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), utilizada en casos de infertilidad especialmente de factor masculino.
“En la actualidad, las técnicas de inseminación, fertilización in vitro y el ICSI evitan en un 90% los problemas que antes terminaban en la donación de óvulos. Vale aclarar que la donación de óvulos es también una de las opciones para aquellas mujeres que no tienen un buen capital de óvulos, por tener 40 o más de 40 años”, explicó Pérez Alzaa.
– Ante la imposibilidad de lograr el embarazo, ¿cuándo es recomendable hacer una consulta?
JPA: En el caso de parejas en las que la mujer tiene menos de 35 años y están en búsqueda, con prácticas periódicas, sin ningún tipo de protección, se recomienda que consulten luego del año. Y en las pacientes de más de 38 años después de los seis meses ya es importante hacer la consulta.
– ¿La edad de la mujer es un factor crucial?
JPA: La edad de la mujer es muy importante. Hay tres criterios para dar un pronóstico de viabilidad del tratamiento en aquellas parejas que consultan por embarazo: la edad, el tiempo que llevan buscando y el hecho de que hubiera existido un embarazo anterior. Pero es importante saber, y hay poca información sobre ello, que a partir de los 35 a 40 años el capital de óvulos y su calidad disminuyen y son, en muchas mujeres, la causa de la imposibilidad del embarazo.
Aunque las mujeres tienen un tiempo límite para ser madres biológicas, los avances en reproducción asistida permiten superar esas barreras. La donación de óvulos es una de las opciones. Mientras que, otra de ellas, la criopreservación de embriones y óvulos marcó un hito para la preservación de la fertilidad.
El deseo de maternar en el siglo XXI
El fenómeno que se observaba en Europa, y que parecía lejano que llegara al país, ya se observa desde hace al menos una década. “La sociedad ha ido postergando la maternidad”, consideró el médico ginecólogo, con amplia trayectoria en fertilidad.
– ¿De qué se trata la criopreservación de gametas?
JPA: Son técnicas que permiten criopreservar, es decir guardar en nitrógeno líquido las gametas (óvulos, espermatozoides o embriones). Esto brinda la posibilidad de implantarlos con éxito luego de un tiempo. En parte le permite a la mujer quedarse tranquila y disponer de ellos cuando tenga pareja, esté decidida a ser madre sola, se cure si es que transita una enfermedad o bien cuándo por su edad ya no cuente con una buena reserva ovárica.
– En este caso, ¿cuándo es el momento de acercarse a una consulta?
JPA: Cuando nosotros arrancamos la edad promedio de consulta por fertilidad era a los 34 años. Hoy ese promedio es de 39 años. Esto tiene que ver con que la sociedad ha postergado la maternidad. Los estudios de reserva ovárica pueden hacerse desde los 20 o 25 años en adelante, son dos estudios simples. Pero hay desconocimiento sobre fertilidad y eso hace que muchas veces consulten tarde, cuando pasan los 35 años y los óvulos que van quedando no son los de mejor calidad.
– En los últimos años, ¿ha aumentado o disminuido la cantidad de mujeres que consultan para criopreservar sus óvulos?
– En general disminuyó la demanda de todos los tratamientos de reproducción asistida, por el mismo cambio de la sociedad que ha ido postergando la maternidad. Es decir, se observa en los grandes centros una caída de los nacimientos y eso hace que también caiga la demanda de los tratamientos.

Cuentan con sedes en Córdoba y Villa María. Ademas, con profesionales que brindan atención en Río Cuarto.
Una mirada integral
Desde la primera consulta, la institución médica con 30 años de trayectoria trabaja en brindar un acompañamiento integral a cada paciente. “Somos y trabajamos como un equipo. A veces uno nota que mientras explicamos los procedimientos los pacientes están pensando en qué va a pasar, en sí se logra el embarazo o en cómo hacer cuando no sucede. Entonces es importante brindar un acompañamiento cercano y eso implica también involucrar a la psicóloga del equipo”, comentó Lucía Piscitelli, médica tocoginecóloga, especialista en medicina reproductiva.
La Fundación Fecundart cuenta con un equipo de ginecólogos (especialistas en fertilidad), embriólogos que realizan el trabajo de laboratorio, andrólogos, endocrinólogos, enfermeros, psicólogos, obstétricas y nutricionistas.
El objetivo del director y fundador del centro médico, Pérez Alzaa, fue trabajar desde una mirada holística. En esa búsqueda, y en una apuesta a contener a cada paciente, las obstétricas tienen un rol fundamental.
“Somos quienes acompañamos desde la primera consulta que tienen con el ginecólogo hasta el momento de la transferencia de los embriones. Y ahí no termina. Después le vamos haciendo seguimiento, a los 14 días para ver si la paciente quedó embarazada y después para cada ecografía”, contó Valeria Arce, obstétrica que trabaja en Fecundart desde hace cinco años.
Si bien cada paciente elige su obstetra por fuera de la clínica, para Valeria es importante conocer cómo evoluciona, en todas las etapas, cada mamá: “Estamos constantemente hablando, sobre todo evacuando sus dudas. Y después cuando pasan los nueve meses o le mando un mensaje o ya me manda las fotos de sus bebés. Yo me acuerdo de cada una, porque hacemos un seguimiento personalizado”.
Desde su experiencia, Piscitelli observa que las mujeres y parejas que llegan al consultorio ya no consideran como algo “no natural” los procedimientos de reproducción asistida. “Son los pacientes los que los han naturalizado mucho más. Hay conocimiento sobre el tema y ya no son vistos como cosas raras, sino como una posibilidad de lograr el embarazo”, consideró la médica del staff de la clínica. Sobre ello, el doctor Pérez Alzaa agregó: “el conocer siempre aclara dudas. Siempre hubo sectores en desacuerdo, pero para la mayor parte de la sociedad hoy son técnicas aceptadas y útiles”.
La reproducción asistida abrió posibilidades impensadas, pero es la esperanza y el deseo de maternar lo que sigue marcando el compás de cada búsqueda. Cada año, miles de mujeres pueden concretar su sueño gracias a estas técnicas. Este Día de la Madre es también una celebración de que cada maternidad es única y recorre distintos caminos —más largos y empinados o más acotados y rectos—, pero siempre nace del mismo lugar: el profundo deseo de dar vida y amor.
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