Análisis

Un invento argentino que no para de hacer ¡boom!

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El país ya lleva un siglo conviviendo con la inflación, un fenómeno aquí sin solución por el cual es conocido en todo el planeta.

Muchos creen que el más famoso invento argentino es el dulce de leche, otros dicen que la birome, que es el colectivo o el método de identificación de las personas a través de las huellas digitales.

También hay muchos que creen que, en el resto del mundo, lo primero que se le viene a la cabeza a un extranjero cuando escucha la palabra Argentina son los nombres de Maradona, de Messi o de Eva Perón.

Pero también existe otra palabra que fronteras afuera se asocia inmediatamente con Argentina, y esa palabra es inflación. La inflación no es un invento argentino, en todo el mundo existe, pero ha sido Argentina el país que ha llevado este fenómeno a cifras estratosféricas, hasta el punto de convertirlo casi en un símbolo nacional.

La inflación es una condena con la que cargamos los argentinos, sin que nuestra clase política acierte nunca con la receta para hacerla desaparecer, o al menos mantenerla bajo control, en niveles habituales para la mayoría de los países del planeta.

En 2020 mientras Argentina tuvo más del 36 por ciento de inflación, el resto de los países latinoamericanos experimentaron cifras bajísimas. Perú tuvo un 1,8 por ciento de inflación anual, Colombia 2 por ciento, Paraguay apenas el 1,6 por ciento, Bolivia el 0,5 por ciento en todo el año, y Brasil y Chile solamente 3,1 por ciento anual. Es decir Argentina, en un solo mes, acostumbra superar la inflación que todos estos países tienen en todo el año.

A marzo de 2021, con un 4,8 por ciento de inflación mensual registrado ese mes, Argentina era superada en inflación anual solamente por dos países africanos, Zimbaue y Sudán, además de Venezuela, un país sumido en el descontrol político y económico, que en 2021 encabeza el podio de los países más inflacionarios con 9.600 por ciento de inflación anual. Es decir que Argentina tiene más inflación que países que se encuentran en guerra, como Siria, que países que están manejados por dictadores asesinos, como Corea del Norte, y que países asolados por bandas de asesinos y grupos radicales islámicos, como Nigeria.

La tragedia de la inflación en Argentina (es una tragedia porque destruye salarios, trabajos, empresas y proyectos de vida) lleva 100 años de historia. Y las cifras son -para usar lenguaje de crónica policial- escalofriantes.

En los últimos 100 años, según un informe de la Cámara Argentina de Comercio, Argentina tuvo una inflación promedio de 105 por ciento anual. Va de nuevo: un promedio de 105 por ciento por año, en los últimos 100 años. El máximo histórico fue con la hiperinflación de 1989, en el gobierno de Raúl Alfonsín, cuando superó los 3.000 puntos anuales. Tres mil por ciento en un solo año.

Los que no vivieron eso, imaginen lo que fue. De los 26 presidentes que Argentina tuvo desde la llegada de Perón al gobierno en 1946, sólo hubo cinco presidentes que tuvieron años con inflación de un solo dígito, es decir de menos del 10 por ciento. En el otro extremo, hubo seis presidentes hiperinflacionarios, es decir, que tuvieron inflaciones anuales de tres dígitos, de más de 100. Estos presidentes hiperinflacionarios fueron los presidentes de los años 70 y 80: María Estela Martínez de Perón, los cuatro presidentes de la dictadura militar, Jorge Rafael Videla, Roberto Viola. Leopoldo Galtieri, Reynaldo Bignone, y el primer presidente democrático, Alfonsín.

Mauricio Macri terminó el mandato en 2019 con un promedio anual de inflación del 33 por ciento y Cristina Fernández con un promedio anual no mucho menor, de 25 por ciento a lo largo de sus ocho años de gobierno.
No hay grieta en este problema: todos prometen vencer y todos fracasan frente a la inflación.

Aunque ya nadie se acuerde, hubo años en que la inflación anual en Argentina fue cero. Ocurrió durante el segundo gobierno de Carlos Menem, cuando el economista Domingo Cavallo impuso la famosa convertibilidad con el dólar. También durante el gobierno de Fernando de la Rúa hubo dos años con deflación, es decir que la variación de precios fue negativa, y hubo una caída de precios del 1,1 por ciento.

¿Por qué tenemos tanta inflación en Argentina? Hay muchas teorías, pero la más frecuentada y mayor evidencia ofrece es que el país emite moneda sin respaldo para financiar el déficit de los gastos del Estado. Se gasta más de lo que se tiene. Tal cual lo que sigue ocurriendo ahora, y por eso los economistas prevén que en 2021 sumaremos unos 50 o 60 puntos más de inflación para que Argentina siga manteniendo este récord mundial del último siglo.

¡Qué orgullo nacional!

 

*Periodista de la sección dominguera Primer Plano. Profesor de Investigación Periodística. Coordinador de Informes Especiales en La Voz del Interior. Autor de los libros «La Sagrada Familia», sobre corrupción en el Poder Judicial y «El reino de los Juárez», sobre Santiago del Estero.

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