
Política
Vaca Narvaja, sobre Schiaretti y Hacemos por Córdoba: “Hay un final de ciclo”
El periodista y director de la revista El Sur y de Marca Informativa, Hernán Vaca Narvaja, analizó el escenario político cordobés, en medio de los graves casos que incomodan a la coalición gobernante liderada por Juan Schiaretti.
También abordó los desafíos que deberá afrontar el intendente capitalino y firme candidato de Hacemos por Córdoba, Martín Llaryora, y las internas que atraviesan a la principal oposición en la provincia.
En el último tiempo surgieron varios temas que interpelan al Gobierno de Córdoba: caso Neonatal, inicio del juicio por Blas Correas, incendios, entre otros. ¿Es la situación más crítica en estos 23 años de Hacemos por Córdoba?
Me parece que hay una situación institucional delicada, con temas que no son menores. Me parece que hay un final de ciclo, incluso en términos biológicos. Schiaretti es un hombre grande y no tiene posibilidad de reelección. Hay un desgaste grande de la coalición, que requiere una renovación de nombres pero también de formas de hacer política. Esta actitud de ocultar y tapar las cosas, como ocurrió con caso Neonatal, que sabían y no dijeron nada durante meses, o caso de Blas Correas, que intentaron encubrir un caso de gatillo fácil, son luces de alarma para una coalición gobernante que tiene mucho desgaste y tiene algunas prácticas que debería repensar y renovar.
Sin embargo a Schiaretti intentan posicionarlo como una figura alternativa a nivel nacional.
Eso es un poco el fenómeno del pato rengo: nadie va a admitir que no tiene poder. México tiene un sistema presidencialista que cuando se destapa el candidato, es decir cuando se conoce al sucesor, al presidente se le licua todo el poder porque no tiene posibilidad de reelección y todo el poder se traslada al candidato. Acá me parece que pasa lo mismo. No veo que Schiaretti tenga posibilidades reales de encabezar un proyecto real. Sí se puede sumar a un proyecto como Rodríguez Larreta o Manes, pero me parece que es más una estrategia para no perder el poder en Córdoba, que una sensación real de proyección nacional de una figura que es desconocida en Buenos Aires.
¿Es también una manera de dividir a la oposición en Córdoba?
A la oposición no le cuesta mucho dividirse, sobre todo en Córdoba. El ejercicio cotidiano del radicalismo es la división y tienen una conjunción de actores que es difícil que congenien, con Luis Juez y Rodrigo de Loredo. Estos coqueteos de Schiaretti con Juntos con el Cambio a nivel nacional hacen ruido en Córdoba, pero lo tendrán que resolver ellos como opositores. Lo triste es que no se discutan proyectos ni ideas, sino posicionamientos personales. De hecho, en la provincia han ido divididos y perdieron hasta la Municipalidad de Córdoba. Un partido que fue hegemónico en la provincia, esta falta de vocación de poder los hizo perder todo. Tienen algunos municipios del interior, pero nada más: no tienen la Municipalidad de Córdoba, Río Cuarto, Villa María y San Francisco, no tienen la provincia ni la Nación. Están bastante complicados en su vocación de poder.
Hablabas de renovación en HxC y Llaryora se encamina a ser el candidato. ¿Representa esa renovación o incluso algo más, como la posibilidad de ampliar el PJ incluyendo al kirchnerismo?
Me parece que esa es la pregunta clave y Llaryora seguro tiene la respuesta. Esto que hablamos recién del resurgimiento de Cristina (ver nota aparte), va a tener incidencia en Córdoba. Al kirchnerismo acompañar a Schiaretti no le reditúa en nada, porque perdió toda la representación institucional, y fue ninguneado y denostado por Hacemos por Córdoba. imagino que Llaryora, porque es un hombre de otra generación y tampoco viene de la línea política de Schiaretti, tiene otro esquema. Por supuesto que está condicionado porque es el candidato de Hacemos por Córdoba. Creo que va ampliar la coalición política, imagino que por lo menos habrá conversación con el kirchnerismo, y sino el kirchnerismo tendrá que plantear una estrategia política que le devuelva las representaciones institucionales que alguna vez tuvo: legisladores, concejales. Hoy el kirchnerismo no tiene representación en Córdoba, salvo las delegaciones nacionales, lo cual no representa el capital político que tiene, que siempre ha sido entre un 10 y 20 por ciento del electorado, que no es poco.
¿El principal objetivo de Juntos por el Cambio es llegar unidos a 2023?
No lo sé. Hay ambiciones personales muy fuertes. Juez dijo que no se baja; De loredo, que la logica diria que va de candidato a intendente, quiere ser candidato a gobernador para ganar la interna del partido. Me parece que estos coqueteos de Schiaretti con algún sector de Juntos por el Cambio pueden tener alguna incidencia final en Córdoba. El escenario es muy cambiante y hay que esperar cómo se van acomodando. Si Juntos por el Cambio no va junto, es muy difícil que puedan recuperar la provincia. Como ya ocurrió en 2015, sobre todo la división en Córdoba capital, que terminaron perdiendo la intendencia.
Si llegan unidos, ¿corre riesgo el oficialismo de Córdoba?
Yo lo veo muy sólido a Llaryora, con una gestión importante, que contrasta con la gestión de Schiaretti con estos temas que mencionábamos antes. De todas formas es paradójico, porque a pesar de todo esto, Schiaretti es uno de los dirigentes con mayor imagen positiva en Córdoba. Veo difícil hoy que Juntos por el Cambio pueda desbancar a Hacemos por Córdoba, hoy es una posibilidad más bien remota.
0 comments